La visión es un proceso complejo y fundamental en el aprendizaje escolar. No en vano, más de las dos terceras partes de la información que reciben los estudiantes llega al cerebro a través del sistema visual. Por eso, es importante asegurarse de que un niño ve bien, porque ese es el punto de partida para que también pueda aprender bien. Nos lo explican en Llobet Òptics, una óptica barcelonesa con 70 años de dedicación a la salud visual. La visión infantil es una de sus especializaciones.

¿Qué importancia tiene la visión en el aprendizaje?
Mucha. Un niño puede tener problemas de aprendizaje por tener una mala visión debido, por ejemplo, a problemas funcionales de enfoque y coordinación. Se estima que entre un 15% y un 30% de las dificultades de aprendizaje que presentan los niños están relacionados con un problema de eficacia y de percepción visual. Las actividades escolares implican pasar mucho tiempo en visión cercana, cosa que requiere de unas habilidades visuales y perceptivas que permitan leer rápidamente y comprender bien lo que se lee. Cualquier interferencia visual es un gran factor de riesgo en el fracaso escolar.

Ante un problema de este tipo ¿Cómo puede ayudar un optometrista?
Lo que hace el optometrista es investigar, detectar y diagnosticar las dificultades escolares que pueden estar causadas directamente por una falta o merma de las habilidades visuales necesarias para la lectoescritura y proponer los tratamientos óptimos para restablecer la función correcta.
La visión defectuosa se puede corregir con gafas graduadas, lentes de contacto, terapia visual , ortoK y reeducación postural.

Muchos niños rechazan las gafas… ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta a la hora de escoger unas gafas infantiles?
Cuando eso sucede es porque las gafas no son adecuadas. Por eso, en Llobet Òptics decimos que no vendemos gafas sino que aportamos soluciones. Desde hace ya muchos años estamos muy dedicados a los niños, procurando siempre ofrecer a los padres el mejor producto para sus hijos, con colecciones especiales adaptadas a las necesidades concretas de los peques.
Los niños necesitan gafas cómodas, monturas ligeras, flexibles y seguras. También es importante que se mantengan en su sitio sin resbalar y que al final el niño casi no note que las lleve y se sienta libre. Es muy importante una correcta adaptación facial de las gafas, para que el ojo quede centrado, de manera que no pueda mirar por encima de las gafas, que deben alinearse a su eje visual.
Cuando los niños son muy pequeños y aún no tienen bien formada la nariz, recomendamos  gafas de puente invertido y monturas de silicona Nanovista, muy resistentes, ligeras y absolutamente seguras ante cualquier golpe. Otras monturas en las que confiamos plenamente para niños desde muy pequeños son las monturas de titanio Lindberg, las más ligeras que existen (menos de 3gr.). Se fabrican en titanio antialérgico, llevan terminales y plaquetas de silicona sanitaria, antialérgica y antideslizante, y no tienen  puntos de soldadura ni tornillos, lo que les confiere una gran resistencia. Las lentes que recomendamos para los niños son lentes orgánicas, endurecidas y multicapa.

Tablets, smartphones, videojuegos… Los niños pasan muchas horas delante de una pantalla  ¿Cómo afecta esto a la vista?
El uso generalizado de estos dispositivos exige al sistema visual un mayor rendimiento. Cada día se utilizan más pantallas electrónicas y eso puede ser perjudicial para los ojos debido a la luz azul-violeta y UV que emiten, que es especialmente dañina para los párpados, la córnea y el cristalino. Para proteger a los niños frente a esto, el mundo de la óptica ha innovado y ya existe un tipo de lente para gafas que permite filtrar de forma selectiva la luz perjudicial UV y azul-violeta, al tiempo que deja pasar la luz útil. Una gran ayuda para evitar la fatiga visual tanto en niños como en adultos.

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