Clara Mas, Fundadora y directora de La Nau Espacial
La extraescolar de las emociones
Cuando se habla de actividades extraescolares se suele pensar en deportes, en aprender a tocar un instrumento o un idioma. Más allá de ello, La Nau Espacial trabaja desde 2015 proponiendo una extraescolar de juegos y educación emocional. El objetivo de este proyecto innovador es que los niños profundicen en el conocimiento de sus emociones, hablen de ellas con normalidad, las trabajen y sepan gestionarlas para su bienestar en el presente y el futuro. Todo ello mientras juegan...
¿Qué inquietud llevó a crear La Nau Espacial?
Mi socia, Sandra Restori, pedagoga, y yo, que soy especialista en inteligencia emocional y psicología, llevábamos años trabajando las emociones en el mundo del ocio. Sobre esa base, nos planteamos por qué no llevar la gestión emocional a otro formato, creando una actividad extraescolar que permitiera a los niños familiarizarse con las emociones y entenderlas.
Todo ello desde el enfoque del juego...
Sí. El niño percibe que viene a jugar pero sabe que en La Nau Espacial hablamos de las emociones con total naturalidad y que pueden expresar si se sienten tristes, contentos, cansados, si están enfadados, si hay algo que les preocupa... Nuestro enfoque no es el de una terapia: los niños vienen una vez a la semana a jugar, pero indudablemente el trabajo que hacemos con ellos acaba siendo terapéutico porque nuestros juegos y nuestras conversaciones trabajan las emociones, por lo que ello les ayuda a sentirse y a relacionarse mejor.
“Aprender a gestionar las emociones contribuye al bienestar personal del niño y, en consecuencia, de toda la familia”
¿En qué consisten los juegos?
Son muy diversos, desde un juego de pistas con las luces apagadas utilizando linternas, a role playing de teatro, manualidades, cuentos... El juego nos sirve para comprobar el estado emocional de los niños. Hacemos mucha observación, por eso nuestros grupos son muy reducidos y el trabajo con ellos muy personalizado: mínimo tres niños y máximo de ocho, agrupados por edades y abarcando desde los 3 a los 14 años.
Antes del juego hacemos una ronda de noticias en la que tanto los niños como las profesionales contamos noticias de nuestra vida relacionándolas con una emoción básica (tristeza, amor, miedo, rabia, calma o alegría). Al inicio de curso hacemos actividades de cohesión grupal para propiciar que los niños conozcan nuestro espacio, se conozcan entre ellos y a nosotros, para que sepan que pueden explicar las cosas en confianza. Y si hay algo que prefieren explicar en privado, para eso tenemos nuestro Observatorio. Creamos conversación alrededor de las emociones...
¿Por qué es importante que los niños trabajen sus emociones?
Las emociones nos ayudan a gestionar todo lo que nos pasa, están presentes en todas las decisiones que tomamos, con lo cual es básico saber escucharlas. No podemos enfadarnos con ellas porque no las elegimos. Aparecen para ayudarnos a solucionar la situación que vivimos y todas sirven para algo. Hay que saber que estamos legitimados para sentir rabia, miedo y tristeza, igual que alegría y amor, y muchos niños (y adultos) no lo saben. La clave está en saber cómo gestionar una emoción para que no se quede dentro y no haga daño a los que me rodean ni a mí. Eso es lo que hacemos cada día en La Nau Espacial: un espacio para encontrarse con uno mismo y cargarse de herramientas emocionales para volver a La Tierra con la mochila llena de recursos que permitan afrontar lo que nos pase de la mejor manera.
¿Qué niños entran en vuestra nave?
Desde niños que vienen porque sus padres entienden que la educación emocional es beneficiosa a niños cuyos padres creen que hay que trabajar algún aspecto más concreto, por ejemplo de timidez, de rabia, niños que tienden a crear conflicto o con muchos miedos, inseguridades... En todos los casos, conocer y aprender a gestionar las emociones contribuye al bienestar personal del niño y, en consecuencia, de toda la familia, ya que, además, la extraescolar también ofrece herramientas para los padres.