La Llotja: la mejor época para comer marisco



BARCELONA—Durante todo el año tenemos pescado y marisco fresco a nuestra disposición en las pescaderías, unas veces de aquí, otras veces traído de muy lejos. Pero ya se sabe que los meses con erre –de septiembre a abril– son los mejores para el consumo de marisco, y no es una leyenda urbana, sino una realidad, como confirma el adjunto a dirección de cocina de El Nacional, Michel Gradeler.
Durante los meses de verano –de mayo a agosto–, muchas de las especies consideradas marisco están en su periodo de reproducción, las hembras desovan y pierden peso, su carne se vuelve blanda y pierden sabor y textura, así que baja su calidad.
El Nacional, que adapta siempre la oferta a los productos de cada estación, verá este otoño e invierno cómo el marisco de las mejores procedencias de toda la península desborda La Llotja, el restaurante especializado en productos del mar: percebes, bueyes de mar, langostinos, cigalas, gambas, almejas, navajas, bogavantes, langostas... compartirán protagonismo con pescados clásicos de esta época, como por ejemplo los besugos o los pageles, y el resto de pescados que se encuentran habitualmente en la parada de La Llotja, como el rodaballo, el corvallo y el atún.
Este espacio se caracteriza por ofrecer al cliente el máximo abanico de posibilidades de elección, desde la elección en la parada de los ejemplares que consumirá hasta la forma como quiere que se las preparen: a la parrilla, al vapor, a la plancha, al horno, freídos o guisados. Una combinación que multiplica las posibilidades de la carta, y que tanto vale para los pescados como para el marisco, de forma que todo el mundo puede ajustar al máximo el menú a sus gustos y presupuesto.
EN CRUDO: OSTRAS Y ATÚN. Para los amantes del pescado y el marisco sin cocción, La Llotja ofrece un amplio abanico de posibilidades, empezando por una selección de ostras que incluye tres especies del Atlántico (dos francesas y una gallega) y una del Mediterráneo.
El tartar de atún es otra de sus especialidades, preparado con aguacate, avellanas y aceite de sésamo. Si venís con ganas de probarlo todo, podéis pedir un especial crudo que incluye ostras, el tartar y un cebiche de vieiras.
Otras especialidades del restaurante son la dorada a la sal de Ibiza y los camarones rojos de Huelva, que pueden pedirse a la plancha o fritos, además de una amplia oferta de fritos (calamares, buñuelos de bacalao, croquetas de pescado y marisco), al vapor (berberechos gallegos al jengibre, mejillones con hierbas frescas y lubina), a la plancha (almejas del Carril y vieiras), a la brasa (rodaballo, corvallo, atún y pulpo) y guisados.
Finalmente, si vais en grupo a La Llotja y a alguien no le gusta el pescado, además de las ensaladas, la pasta o el jamón ibérico que figuran entre los entrantes, podrá pedir también una hamburguesa de 250 gramos de carne de buey madurada, una pechuga de pollo de payés o un salteado de filete de ternera con verduras y patatas.
Y si os van mucho el arroz y los fideos, no dudéis en pedir la fideuá con alioli, el arroz negro o la paella de pescado y marisco, ¡sin duda, una de las mejores de la ciudad!
CANGREJO REY CON MAYONESA DE ALGAS.
La Llotja incorpora, esta temporada de otoño-invierno, la posibilidad de degustar uno de los mariscos más delicados y preciados en todo el mundo: el cangrejo rey. Se le denomina también nécora y cangrejo ruso, ya que se pesca entre la península de Kamchatka, perteneciente a Siberia (Rusia), y Alaska, en las frías aguas del mar de Bering, en el Atlántico Norte.
Cocemos al vapor las patas de este animal, que alcanzan un grueso y una longitud notables, para respetar al máximo su sabor delicado. Seguidamente, las cortamos y las servimos con una deliciosa mayonesa de algas. Al igual que otros productos de La Llotja, el cliente puede escoger la cantidad de cangrejo deseada, y se le factura a peso.

ZARZUELAS Y CALDERETAS AL GUSTO
Los clientes pueden escoger los ingredientes para acompañar al marisco
Las múltiples especialidades de La Llotja están pensadas para satisfacer los gustos de los amantes de la brasa y de aquellos que prefieren la cocción al vapor, de los que optan por los fritos y, por supuesto, de los amantes de los guisos y las cazuelas jugosas. Esta es la mejor época para consumir marisco y, por lo tanto, para regalarse una caldereta al estilo menorquín. Aquí podéis elegir si la queréis de langosta o de bogavante, o bien si preferís una zarzuela; en este caso, podréis decidir qué pescado y qué marisco deseáis, entre los que encontraréis expuestos en la entrada del restaurante, y los cocineros de La Llotja os la prepararán al momento. Merece una mención especial el hervido de Ibiza, una poco conocida pero deliciosa receta que se presenta en dos servicios, primero el pescado de roca, hervido con patatas y alioli, y, de segundo, un arroz a banda elaborado con el caldo del hervido de pescado.

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