“El uso precoz de láseres vasculares reduce el riesgo de aparición de queloides”

Dr. Dídac Barco, dermatólogo

Los continuos avances en tecnología producen mejoras en múltiples ámbitos, como es el caso de la medicina. Lo que ayer era impensable, hoy se convierte en tratamientos habituales y poco invasivos. En esta entrevista hablamos con el Dr. Dídac Barco, dermatólogo del Hospital Quirón Teknon y especialista en el tratamiento de las cicatrices, para que nos explique los últimos descubrimientos en esta materia.
A las cicatrices más gruesas, visibles y molestas son las que los expertos llaman queloides. ¿Cuándo acostumbran a producirse y cuál es su causa?
Desafortunadamente desconocemos el motivo exacto por el cual aparecen, aunque sí sabemos que son más frecuentes en personas jóvenes, de raza afroamericana, y en determinadas áreas como el lóbulo de la oreja, el tórax o la parte alta de la espalda. Conocemos también dos puntos cruciales del origen de los queloides: primero, que existe una proliferación excesiva de capilares sanguíneos en la cicatriz. Y, segundo, que el colágeno que se forma en la herida es excesivo y desordenado. Tratar estos dos fenómenos de forma precoz es clave para mejorar el pronóstico del queloide.
Dr. Barco, hasta ahora, poco se podía hacer para evitar que se formara una cicatriz profunda en caso de una operación o de un traumatismo…
Efectivamente. De hecho aún a día de hoy se recomienda de forma errónea que “durante el primer año no se toque la cicatriz”. Existen innombrables estudios que demuestran que el tratamiento muy precoz en la cicatriz mejora extraordinariamente su pronóstico y aspecto. En la actualidad se considera que lo óptimo es empezar el tratamiento de la cicatriz el mismo día en que se retiran los puntos o, al menos, durante las primeras seis semanas desde su formación.
La tecnología es un gran aliado para la medicina y parece ser que la aplicación precoz de láseres en la herida reduce la frecuencia de aparición de cicatrices ¿Qué nos puede explicar al respecto?
Así es. Se ha visto que el uso muy precoz de láseres vasculares y fraccionados no ablativos reduce drásticamente el riesgo de aparición de queloides y cicatrices hipertróficas. Los primeros cierran los capilares sanguíneos que nutren excesivamente el lecho cicatricial, y los segundos regulan la formación de colágeno en la cicatriz y facilitan que se coloque de forma ordenada. Se recomienda iniciar el tratamiento el mismo día de la retirada de los puntos.
¿Y qué podemos hacer si la cicatriz no es reciente? ¿Existe algún tratamiento también mediante láser que mejore su aspecto?
Los láseres son también de gran utilidad en cicatrices antiguas, aunque no sean las circunstancias de tratamiento ideales. En la actualidad estamos empleando el láser de CO2 fraccionado, que permite abrir canales microscópicos dentro del queloide para liberar dentro sustancias antiinflamatorias (liberación trans-epidérmica de fármacos) con buenos resultados. En YouTube tenemos vídeos sobre estos procedimientos.
¿Llegará el día en el que podremos recomponer nuestra piel sin dejar marca alguna?
Es una pregunta muy interesante. La idea es la prevención: aplicar rápidamente el tratamiento para que no llegue a formarse la cicatriz hipertrófica o el queloide, o que reduzcamos mucho el riesgo. Esto ya es un hecho en la actualidad. Sobre si será posible hacer desaparecer una cicatriz ya formada, ahora mismo parece difícil imaginarlo, aunque es cierto que en un alto porcentaje de ocasiones conseguimos resultados muy favorables.
Dr. Dídac Barco
www.dbdermatologiabarcelona.com