La reumatología catalana se reúne en su I Diada
El pasado 5 de abril, el recinto modernista del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona acogió la I Diada Reumatológica Catalana, organizada por la Societat Catalana de Reumatologia.
El evento, que se alargó durante toda la jornada, contó con la participación de la práctica totalidad de los miembros de esta sociedad científica. Una de las actividades más destacadas de la Diada fue una mesa redonda impulsada por Celgene en la que la organización reunió a cuatro expertos en la especialidad: el Dr. Héctor Corominas, director de reumatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau; la Dra. Silvia Martínez, jefa de servicio de reumatología de Mútua de Terrassa y vicepresidenta de la Societat Catalana de Reumatologia; el Dr. Joan Miquel Nolla, jefe de servicio de reumatología del Hospital Universitario de Bellvitge y presidente de la Societat y la Dra. Patricia Reyner, jefa de la unidad de reumatología del Hospital Josep Trueta i Santa Caterina de Girona.
Abrió la sesión el Dr. Nolla, que afirmó que la Diada era “casi una necesidad, porque teníamos mucha voluntad de visibilizar la investigación que realizamos”, algo que, a su entender, no tenía cabida en las reuniones periódicas de la Societat. “Una Diada como esta era ideal para exponer todo el conocimiento generado y, al mismo tiempo, para dar visibilidad a nuestro trabajo ante la sociedad. Debemos ser capaces de transmitir qué es un reumatólogo a la hora de dar una asistencia de calidad a los pacientes”.
La Dra. Silvia Martínez apuntó la voluntad de la organización de dar cabida en la Diada “no solo a todas las enfermedades, sino sobre todo a todos los servicios de reumatología, que toda Catalunya estuviera representada”. En la misma línea se expresó la Dra. Reyner quien, como miembro del comité científico, afirmó que “el programa de la Diada se ha trabajado al máximo para no dejar a nadie fuera, ni a las patologías más prevalentes ni a las más raras. Por eso se dio voz a los diferentes grupos de trabajo”.
A la hora de plasmar la realidad de la especialidad en Catalunya, los cuatro participantes coincidieron en señalar la buena salud de la que goza la reumatología, aunque también reconocieron el escaso número de especialistas existentes. “El motivo es difícil de conocer. A veces hay desconocimiento porque se relaciona la enfermedad del hueso más con el traumatólogo y porque la administración nos situaba como un médico centrado en actividad hospitalaria y en un número pequeño de patologías”, explica Nolla, quien añade que “pese a todo en Catalunya hay una gran tradición de reumatología. La sociedad tiene 70 años y es pionera en el ámbito del asociacionismo científico alrededor de la especialidad”.
El Dr. Héctor Corominas, por su parte, destacó que, pese a que la población suele desconocer el papel del reumatólogo, “sí somos reconocidos por la comunidad científica. Eventos como la Diada nos permiten transmitir la ilusión por la especialidad y su evolución; es un momento excelente para transmitir soluciones que mejoren la calidad de vida de los pacientes, pero también para dar salida a tanta actividad que realizamos, se publica y está documentada”.
El Dr. Joan Miquel Nolla destacó la implicación de los profesionales de la especialidad a la hora de participar en un evento de formato distinto al habitual. Nolla, que se mostró “muy satisfecho por la repercusión de la Diada” valoró muy positivamente el hecho de “contar con la presencia de más de 200 asistentes para una sociedad que tiene 250 socios”.
Durante la I Diada se realizaron cerca de 100 presentaciones, algunas en formato de comunicación oral y otras en forma de póster, un volumen importante que da idea de la aceptación del evento. “Hemos contado con la colaboración de 22 laboratorios farmacéuticos que han demostrado su voluntad por colaborar con la reumatología catalana”, explicó Joan Miquel Nolla, quien se mostró convencido de que habrá una segunda edición, pero prefirió ser cauto: “primero debemos presentar los resultados de esta jornada en la asamblea de la Societat Catalana de Reumatologia, pero estamos seguros de que tendrá un retorno que será bien percibido por los socios”.
Calidad científica
El Dr. Raimon Sanmartí, coordinador de la unidad de artritis del Hospital Clínic de Barcelona, destacó las comunicaciones realizadas en torno a la artritis reumatoide. “Hemos tratado varios puntos relacionados con esta patología, como su prevalencia. Hay en torno al 10% de pacientes que la tienen y que siguen con ella a pesar de los tratamientos. También hemos analizado el concepto de artritis refractaria, aquella en la que la inflamación sigue activa, y otras situaciones en las que el paciente puede encontrarse mal pero no es necesariamente por la inflamación en sí, sino a causa de otros factores”.
Sanmartí, que celebró la “aproximación diferente que supone la Diada” se refirió al principal reto que debe afrontar la reumatología en los próximos años: “llegar a la excelencia es difícil y aunque somos una especialidad que ha avanzado mucho en técnicas de diagnóstico y tratamiento, tenemos un tipo de enfermedades que necesitan individualizar el tratamiento para cada paciente. A diferencia de otras especialidades que han hallado sus marcadores, como la oncología, aún estamos algo lejos, pero creo que, si seguimos investigando y generando más evidencia científica y clasificamos muy bien a los pacientes, tendremos mucho ganado. Hoy en día, la reumatología trata a los pacientes, pero no cura nada; quién sabe si en unos años podremos hablar incluso de curación”.
La Dra. Helena Borrell, adjunta a la dirección de servicio del Hospital de Sant Rafael y Vall d’Hebron, habló durante la Diada de los avances en la capilaroscopia, una técnica no invasiva para el enfermo, que no produce dolor y de relativo fácil acceso para el reumatólogo porque no es extremadamente cara. “Hasta ahora se ha usado sobre todo en el diagnóstico, pero en pocos años estaremos utilizándola para el control prospectivo. Consiste en observar los capilares del lecho periungueal de las uñas, que refleja la microcirculación del organismo, una circulación que se ve alterada en muchas de las enfermedades reumatológicas que tratamos a diario”. Las comunicaciones sobre la capilaroscopia son un ejemplo del valor que para los reumatólogos tuvo la Diada. En este sentido, la Dra. Borrell explicó que “estos encuentros son buenos porque enseñamos, aprendemos y nos involucramos a la hora de pensar en nuevas ideas y futuras colaboraciones que mejoren la calidad asistencial que prestamos a los pacientes”.
La mañana de la Diada se dedicó a la presentación de comunicaciones que despertaron un gran interés entre los asistentes. La Dra. Dàcia Cerdà, del Hospital de Sant Joan Despí Moisès Broggi, habló de la importancia de la terapia secuencial para el tratamiento de la osteoporosis. “Lo que hemos pretendido con nuestra exposición es explicar, con la vivencia que tenemos, cuál es el orden que hay que seguir en el tratamiento de un determinado paciente para lograr el máximo beneficio”. Esta metodología, muy acorde con la tendencia general de otras especialidades hacia la medicina personalizada, pretende establecer vías para llegar a los tratamientos individualizados. “La osteoporosis es una enfermedad que no presenta síntomas hasta que aparece una fractura, la que llamamos fractura por fragilidad. La más importante de ellas es la de fémur, que conlleva una mortalidad del 20% al cabo de un año. Además, otro 20% de quienes la padezcan sufrirá una disminución de la funcionalidad previa de la pierna, por lo que se trata de una fractura con un impacto socioeconómico importante. Avanzar hacia el tratamiento personalizado es un enfoque que nos permite disminuir el riesgo de sufrir este tipo de fractura”, añade la Dra. Cerdà.
Otro de los asistentes destacados a la I Diada Reumatológica Catalana fue el Dr. Jordi Montfort, jefe del servicio de reumatología del Hospital del Mar de Barcelona, quien habló de los avances en el tratamiento de la artrosis, “seguramente la enfermedad menos estudiada y al mismo tiempo la más prevalente. Durante 30 años hemos repetido o realizado variaciones sobre los mismos fármacos y ahora por fin aparecen nuevas moléculas que plantean un nuevo modo de controlar mejor el dolor. Se trata de una nueva familia de moléculas que fabrica anticuerpos sobre una sustancia que en las etapas iniciales de la vida promueve el desarrollo neuronal, pero en las etapas adultas lo que hace es promover y redundar en los mecanismos del dolor. Con esta nueva molécula habrá un antes y un después en el tratamiento de la artrosis”. Montfort se unió a la opinión de muchos asistentes al valorar la Diada como un éxito absoluto de asistencia y subrayó, además, “el nivel de las ponencias, de una altísima calidad científica. La Diada se ha convertido en la fiesta de la reumatología catalana. Han faltado muy pocos compañeros y la calificaría como un éxito total”.
Un momento dulce: Avances y tendencias de la reumatología catalana
Del desarrollo de la mesa redonda se desprende el buen momento por el que pasa la reumatología en Catalunya. “Estamos en un momento dulce respecto a lo que puede ofrecer un reumatólogo: conocimiento clínico, tecnología sanitaria, fármacos y, sobre todo, estrategias terapéuticas que ofrecer a la ciudadanía”, explica Nolla. En este contexto, la Dra. Rayner reconoció que “seguramente nos hemos vendido poco y el paciente, cuando lo visitas, te dice que no sabe lo que haces. Ese desconocimiento existe”. “Y no se trata de minusvalorar otras especialidades; cada una tiene su papel y todos tenemos claro cuál es. Se trata de ajustarlo a la realidad del paciente”, añade el presidente de la SCR.
Pese al carácter deficitario en número reconocido por la administración, desde la Societat Catalana de Reumatologia se valora muy positivamente todo el esfuerzo no solo de sus miembros, sino también de otros colectivos implicados de forma directa en la calidad asistencial. Es el caso de la enfermería especializada y de los grupos de trabajo de la sociedad. En el primer caso, el Dr. Nolla insistió en “poner en valor la multidisciplinariedad de los equipos de reumatología, y en especial el papel del área de enfermería, un grupo profesional que está en contacto permanente con los pacientes”.
El segundo reconocimiento es el de los grupos de trabajo que conforman la especialidad, fundamentales para avanzar en el conocimiento científico. “Pertenecer a un grupo de trabajo permite trabajar en cosas que serían inviables sin una masa crítica de pacientes que aportara la casuística necesaria. Eventos como la Diada nos permiten, además, enterarnos de lo que están haciendo otros grupos de trabajo, algo más complicado en el día a día”, reconoce la Dra. Martínez.