User menu

¿Problemas para dormir? La importancia de un buen descanso

Insomnio, sonambulismo, narcolepsia, apnea... Los trastornos del sueño impiden el descanso necesario, lo que repercute en nuestra salud y en nuestra calidad de vida.

Iris Estapé

¿Duermes habitualmente como un tronco? ¿O quizás formas parte de ese porcentaje de la población adulta que, de forma habitual, tiene dificultad para iniciar o mantener el sueño? Si es así ya habrás podido experimentar que el trastorno del sueño no es un problema banal. En España, lo padece entre el 20 % y el 48 % de la población adulta, que sufre las consecuencias directas que un mal descanso nocturno acarrea. Porque dormir bien o dormir mal es tan importante como llevar una buena o mala alimentación: impacta directa y negativamente sobre el cuerpo y el cerebro, además de afectar al bienestar general y a la calidad de vida. Y es que, aunque no se consideren patologías graves en sí mismas, los problemas de sueño pueden tener serias implicaciones en la vida diaria.

En los niños, mayor complejidad
alteraciones del humor, dificultad para concentrarse o un estado general de tensión que afectan significativamente su vida diaria? Los trastornos del sueño en la niñez suponen un problema de salud pública por su prevalencia, y en torno al 20 %-30 % van a requerir algún tipo de intervención. A diferencia de los adultos, los cambios de comportamiento del sueño en esta etapa forman parte del normal desarrollo del niño, de modo que la identificación de los síntomas es compleja, y también pueden aparecer de forma aislada o asociada a otros problemas conductuales o emocionales. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) explica que estas alteraciones en la infancia deben diferenciarse entre «problemas del sueño» y «trastornos del sueño». Mientras los primeros son patrones de sueño insatisfactorios para los padres, el niño o el pediatra, y no todos precisan tratamiento, los trastornos, por el contrario, serían una alteración real, no una variación, del sueño. En niños mayores de 5 años, los despertares nocturnos constituyen uno de los problemas más comunes.

DESARROLLO DE ENFERMEDADES

En ocasiones, los trastornos aparecen como consecuencia de la existencia de ciertas enfermedades, y, otras, constituyen factores de riesgo que favorecen la aparición de patologías variadas. La Sociedad Española de Neurología (SEN) subraya que la salud del sueño es importante tanto a corto como a largo plazo. «Físicamente, un descanso nocturno inadecuado provoca cansancio, somnolencia, disminución de atención y concentración, lentitud de pensamiento e irritabilidad. Psicológicamente, la derivación crónica de sueño suele favorecer el desarrollo de enfermedades como depresión y ansiedad», indica. Una falta de descanso habitual también aumenta el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad e hipertensión.

UN TERCIO DE LA VIDA, DURMIENDO

No es un panorama nada alentador si consideramos que un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo: a los 60 años, 20 de ellos los habremos dormido. Sin embargo, la mayoría de las personas con trastorno del sueño no acuden, como sería recomnendable, a un especialista para tratarlo: en el caso de los adultos, el 80 % no va al médico; en cambio, el 3,9 % de la población entre 16 y 65 años ha consumido fármacos hipnóticos sin prescripción médica en el último año.

ALGUNOS tratamientos

El tratamiento más común, aplicado en multitud de trastornos, es la higiene del sueño, que consiste en incorporar a los hábitos de vida, especialmente en las horas cercanas al sueño, recomendaciones diseñadas para mejorarlo. Las técnicas de relajación y respiración también ayudan a rebajar la sensación física de malestar y facilitan el dormir. Al igual que las intervenciones basadas en el control del tiempo de sueño y los despertares. Así, existen los «despertares programados», para restringir un número concreto de horas de sueño, con los que pueden regularse los ritmos biológicos y contribuir a corregir estos importantes trastornos.

Los principales trastornos
  • Insomnio: Es el desorden del sueño que afecta a más personas en España, con una incidencia de entre el 20 % y el 30 %. Entre ellos, un 10 % de los problemas del sueño son crónicos o severos, y las cifras en total suponen un motivo de preocupación por sus repercusiones en el día a día, en el estado de ánimo y en el desempeño físico e intelectual.
  • Movimientos anormales o parasomnias Son movimientos involuntarios o comportamientos que podemos realizar mientras estamos dormidos, sin ser conscientes de ello. En esta clasificación entran desde las conocidas pesadillas o terrores nocturnos, al sonambulismo o el síndrome de las piernas inquietas.
  • Narcolepsia: Aunque tiene una baja incidencia, representa un trastorno muy grave. Se caracteriza por pequeños periodos de sueño (micro-siestas) durante el día que se producen de forma incontrolable en lugares como el trabajo o la escuela y que resultan sumamente peligrosos.
  • Ronquidos y apnea: Son alteraciones de la respiración durante el sueño. El ronquido puede ser un síntoma de la apnea obstructiva del sueño, en la que la respiración se interrumpe durante el sueño y provoca despertares.
Si quieres saber más sobre salud, nutrición y bienestar, visita lavanguardia.com/vida/salud