Òptica Gantzer
Más de cien años cuidando los ojos de Barcelona
Son pocas las tiendas que pueden presumir de haber superado los cien años de vida. Una de ellas es la Òptica Gantzer, ubicada desde 1910 en el barrio de Sants de Barcelona.
La historia de esta empresa familiar arranca con Jean Gantzer, hijo de un profesional alsaciano que llegó a la ciudad a mediados del siglo XIX para trabajar en la España Industrial, que tras diez años de trabajo con su hermano en su óptica del Portal de l’Àngel, decidió establecer su propio negocio en Sants. Hoy, Òptica Gantzer está dirigida por la tercera generación, representada por los hermanos Llúcia, Wilfrid y Joan Pujol. “Nuestra madre, Llúcieta Deroudille, fue quien tomó el relevo de Jean en 1945, y quien continuó su trabajo. Fue pionera en un mundo de hombres, ya que obtuvo su titulación oficial como ‘Diplomado en Óptica de Antojería’ en 1957, el primer año que se otorgaba”, explica Llúcia.
Calidad y servicio
Ese empuje ha marcado la trayectoria de Òptica Gantzer durante todos estos años y ha definido una filosofía de trabajo basada en ofrecer a los clientes un servicio personalizado y adecuado a sus necesidades. “Si contamos con una clientela fiel es, precisamente, porque la cuidamos mucho. De hecho, tenemos casos de familias que han acudido a Gantzer desde hace generaciones y que incluso viviendo fuera de Barcelona nos tienen como óptica de cabecera”, sostiene la responsable de la tienda.
Parte del secreto de ese éxito, experiencia al margen, es la voluntad de ir más allá de la venta de unas gafas. En este sentido, el personal de Gantzer escucha al público para saber qué necesita, qué problemas tiene y ofrecerle así la solución exacta a sus necesidades. “Hoy es muy frecuente que la gente no dialogue con el cliente y se limite a graduar la visión y a vender un producto. Nosotros no creemos en ese método, sino en un modo diferente de trabajar”.
Por esa razón, Òptica Gantzer organiza actividades que pretenden aproximar al público al mundo de la salud visual. Concursos infantiles de dibujo o la edición de fichas divulgativas con información sobre los principales problemas que afectan a la visión de los niños o las personas mayores son dos buenos ejemplos de ello. “Todo lo editamos y lo organizamos aquí porque pensamos que la gente debe estar informada y porque tenemos una gran implicación con nuestros clientes y vecinos del barrio; queremos que ésta sea también su casa”, explica Llúcia.
El museo: un legado de historia
Más de un siglo de trabajo ayudando a mejorar la salud visual de sus clientes ha traído consigo un enorme legado que los hermanos Pujol desean compartir con el público. Por esa razón, Òptica Gantzer está preparando un museo que permita a la gente, sean o no clientes y de forma gratuita, conocer cómo era la óptica de hace más de cien años y cómo ha evolucionado hasta hoy. “Estamos preparando el museo en el piso que hay sobre la tienda, que también es de la familia. Aquí encontramos monturas fabricadas a partir de 1890, cristales de roca, las biseladoras y maquinaria que se empleaban en la fabricación de lentes, utensilios para revisar la visión… incluso tenemos el archivo de todos los clientes desde que en 1910 se abrió la tienda”, nos cuenta Llúcia Pujol. “Una vez terminen los trabajos de clasificación de todo ese fondo abriremos el museo. Será ya en 2017 y creemos que puede ser un lugar atractivo para el público y para que los colegios y los niños entiendan la historia de algo tan cotidiano como las gafas que usan a diario”, añade.
C/ Badalona 11 -
08014 Barcelona (Sants)
Tel. 93 339 34 97
www.opticagantzer.com