Darío Vicario director general de Gunnebo para Europa del sur
Gunnebo trae a España el ciclo cerrado de efectivo tras su éxito en el norte y centro de Europa
Gunnebo es una multinacional de origen sueco líder mundial en productos, soluciones y servicios de seguridad que cotiza en la Bolsa de Estocolmo. Fundada en 1764, tiene presencia en 33 países y acuerdos de colaboración con distribuidores en un centenar de países más. Actualmente forman la empresa unos 5.600 empleados a nivel global.
Gunnebo lleva más de un siglo presente en España bajo la anterior marca Fichet. En 1999 Gunnebo la incorporó dentro de un plan mundial de adquisiciones de empresas especializadas en soluciones de seguridad. En la actualidad, sus 250 empleados dan servicio a más de 6.000 clientes de múltiples sectores de actividad. Hablamos con Darío Vicario, director general de Gunnebo para Europa del sur, sobre las nuevas soluciones que han desarrollado.
¿Cuáles son los segmentos de mercado a los que se dirigen?
Son múltiples, aunque podríamos destacar cinco grandes mercados: en Banca somos proveedor histórico de un gran número de instituciones financieras, a las que empezamos suministrándoles cajas fuertes y cámaras acorazadas hasta llegar a los sofisticados sistemas de CCTV, videovigilancia o control de accesos actuales.
Nuestra actividad de Mass Transit se dirige a medios de transporte que desean facilitar una movilidad fluida de los pasajeros garantizando su seguridad mediante soluciones automatizadas que controlan la gestión de billetes, los embarques o el control de inmigración, entre otros aspectos.
También tenemos soluciones de seguridad y movilidad para edificios públicos y privados con una amplia gama de soluciones de control de accesos que permiten administrar grandes flujos de personas, tanto en el interior como en su perímetro.
Para la Industria y las Infraestructuras Críticas implementamos seguridad de alto nivel, con productos y soluciones a la altura de estos lugares tan sensibles. Hablamos de productos preparados para resistir explosiones, así como ataques mediante armas de fuego y soluciones de protección perimetral que evitan que personas no autorizadas accedan al recinto.
Y en Retail, más allá de los sistemas de seguridad electrónica para el punto de venta, en los últimos años hemos desarrollado una división especializada en Cash Handling que automatiza el ciclo integral del efectivo en los comercios. Hemos puesto el foco en su desarrollo porque posee un importante potencial de crecimiento en España y, actualmente, se considera una prioridad tanto a nivel local como de grupo.
¿En qué consiste exactamente el Cash Handling?
Es la gestión de todo el efectivo que entra y sale de cualquier establecimiento. Hemos desarrollado una serie de soluciones, entre las que se encuentra SafePay, para hacer que ese efectivo esté controlado en todo momento y obtener ahorros, en tiempo y costes, sobre muchas de las tareas derivadas de manejarlo.
Con SafePay hemos introducido en España un concepto innovador como es el ciclo cerrado de efectivo, un sistema que garantiza que nadie del comercio manipule el dinero en todo su ciclo de gestión. Funciona sustituyendo en línea de caja las cajas registradoras convencionales por nuestro reciclador de efectivo SafePay. La solución, puesta en autoservicio o asistida por el cajero, recibe el pago, dando el cambio automáticamente y sin errores y validando que el efectivo es de curso legal. Al final del día, se retira un cassette de seguridad del reciclador con la recaudación del día y se transporta a una unidad depósito situada en la trastienda o en back office. El efectivo cae dentro de la unidad de depósito a una bolsa de sellado térmico. Este sistema conectado con la empresa de transporte de fondos permite que esta venga a hacer la recogida, introduzca su código en la unidad de depósito y se lleve la bolsa precintada a su centro de conteo. En todo este proceso nadie del comercio manipula el efectivo.
¿Cuáles son los problemas a los que se enfrenta el comercio cuando maneja efectivo?
La gestión de efectivo supone tres principales problemas para el retailer. En primer lugar, la falta de seguridad: con los sistemas tradicionales, el dinero está expuesto y eso implica la posibilidad de un robo o atraco, así como la posibilidad de hurto interno por parte del personal.
Por otro lado, la eficiencia: cuando hablamos de eficiencia, hablamos de procesos. La gestión del efectivo implica una serie de rutinas que desembocan en elevados costes tanto en tiempo como en dinero. Preparación de cajas, retiradas parciales del efectivo, cierres de turno y de día, arqueos de caja, etc., todas estas rutinas no aportan ningún valor al negocio y restan tiempo para lo realmente importante, el cliente. Y, por último, el control: cuando el efectivo está expuesto y se mueve por el establecimiento sin un verdadero control, se pierde trazabilidad sobre él y de ahí se derivan problemas como la pérdida desconocida.
¿Resulta costosa la implantación de estos sistemas para el retailer?
Mediante la evaluación de los procesos del comercio, demostramos que estas soluciones tienen un retorno de inversión muy corto. Vendemos algo que el retailer necesita, porque la realidad es que actualmente, sin estas soluciones, el comercio está perdiendo dinero y, en muchas ocasiones, ni siquiera es consciente de ello.
¿Está pensado para algún sector en particular?
Nuestras soluciones tienen cabida en cualquier negocio en el que haya efectivo. Evidentemente, hay negocios en los que el volumen de efectivo es mayor, por este motivo tenemos soluciones enfocadas a distintos sectores. Actualmente nos dirigimos principalmente a supermercados, estaciones de servicio, farmacias, tiendas de ropa y hostelería.
¿No temen que el desarrollo de otras formas de pago acabe con el efectivo?
En la actualidad tenemos la falsa impresión de que el cobro en efectivo está en vías de extinción. Las transacciones anuales crecen cada año y esto permite que entren en juego otras formas de pago sin que el intercambio de efectivo decrezca. Muchas de estas nuevas formas de pago, como las efectuadas a través del móvil, sustituyen a la tarjeta de crédito y no al efectivo. Ante esta realidad, surgen tecnologías innovadoras que permiten gestionar el efectivo de forma automática, lo que reporta al retailer numerosas ventajas.
Para finalizar, ¿cuál es el futuro de la gestión de efectivo?
Nuestro primer objetivo pasa por integrar, a nivel nacional, el uso de estas soluciones en la cultura del retailer como ya ocurre en países del norte y el centro de Europa, donde es muy común encontrarlas en supermercados, grandes superficies, gasolineras, restaurantes, etc. Por otra parte, ya estamos trabajando en nuevos desarrollos que incorporen nuevas prestaciones con el objetivo de garantizar la tranquilidad del retailer frente a su dinero y mejorar la experiencia de compra del consumidor.
