Un servicio odontológico a domicilio mal ejecutado puede ser muy peligroso

FOTO: TONI SANTISO
Mantener una correcta salud bucal es fundamental tanto para disfrutar de una buena calidad de vida como para evitar complicaciones ante algunas enfermedades sistémicas que pueden agravarse a causa de una boca mal cuidada. Aquellas personas que pueden acudir a clínicas dentales tienen la posibilidad de ser atendidos por profesionales pero, ¿qué ocurre con personas mayores, con movilidad nula o reducida?
Con el objetivo de prestar servicios de odontología a domicilio de carácter preventivo han aparecido empresas como CSA Dental que ofrece asistencia en diversas regiones de España como Catalunya, Aragón, Asturias, Madrid o Islas Baleares, atendiendo entre 50 y 60 pacientes diarios, mayoritariamente en residencias.
Sus responsables explican que el vacío legal en el sector de la odontología a domicilio es muy preocupante, pues son conscientes que hay odontólogos que realizan cirugías o extracciones fuera del entorno habilitado para ello, como por ejemplo en la propia residencia. En este sentido, señalan que estas prácticas son ilegales y que, además, pueden ser muy peligrosas para el paciente por los riesgos que conlleva. Por ello, CSA Dental considera que es muy importante que las residencias o geriátricos adquieran un convenio con las empresas odontológicas que posean licencia del Departamento de Salud de su correspondiente Comunidad Autónoma, y así asegurarse de que sus residentes sean atendidos con total seguridad y especialización. Para CSA Dental, el servicio de odontología a domicilio requiere de profesionales altamente capacitados y experimentados en los procedimientos adaptados a las necesidades de la población envejecida.
Retos de la atención dental en las residencias de mayores
La Dra. Eugènia Monner, de CSA Dental, nos explica cuáles son las circunstancias más comunes con las que se encuentra al atender a personas mayores que viven en residencias.
-¿Tiene este paciente residencial una sintomatología común?
La boca del adulto mayor presenta una serie de particularidades como parte del proceso natural del envejecimiento y frecuentemente asociadas a algún tipo de enfermedad crónica o al consumo de fármacos. Nos encontramos con pacientes que antes de ingresar pueden haber estado tiempo sin los cuidados necesarios y eso requiere unas intervenciones concretas de las que somos especialistas.
-¿Cuáles son las mayores dificultades que os encontráis ante el paciente residenciado?
El deterioro cognitivo y otras características morfológicas en la boca dificultan, en muchos casos, que el paciente pueda evidenciar el dolor, identificar el origen de su molestia o no saber expresarlo. En la mayoría de los casos la alerta salta cuando está excesivamente irritable, deja de comer o con la aparición de algún flemón. En muchas ocasiones son pacientes que se niegan a abrir la boca a sus cuidadores o dificultan mucho su limpieza.
-¿Cómo deberían actuar los profesionales de las residencias?
Lo más importante es la formación y la prevención. Es necesario que los encargados de mantener la higiene oral conozcan bien cómo realizar un correcto mantenimiento de los dientes y prótesis y que sepan detectar los signos de alarma (como por ejemplo un excesivo sangrado) para informar a los especialistas.