Luisa Tristán, Directora General de Cognita España
“La velocidad del cambio es exponencial, tenemos que educar a nuestros alumnos para una realidad que no conocemos”

Cognita, uno de los principales grupos en educación, cuenta actualmente con cerca de 30.000 alumnos entre sus 68 colegios en Europa, Asia y América. Los 5 que el Grupo Cognita tiene en España (The British School of Barcelona; Hastings School en Madrid, The English Montessori School-TEMS en Madrid, El Limonar International School Murcia y El Limonar International School Villamartín de Alicante) están considerados entre los mejores colegios internacionales del país. The British School of Barcelona (BSB) es el más importante de Cognita en este país, con tres campus: uno en Sitges y dos en Castelldefels, uno de los cuales será inaugurado en los próximos meses.
Como experta de dirección estratégica en el sector educativo ¿cómo ve el futuro de la educación en general y en España en particular?
Vivimos un cambio de era que requiere una transformación total del modelo educativo, contemplando tres factores determinantes: la velocidad del cambio es exponencial, lo que hace que tengamos que educar a nuestros alumnos para una realidad que no conocemos (3 de cada 4 alumnos que hoy están en educación infantil acabarán trabajando en profesiones que aún no existen); el conocimiento es accesible a través de dispositivos móviles, por lo que el profesor debe convertirse en un ingeniero del aprendizaje, diseñando experiencias que ayuden a los alumnos a trabajar con los conocimientos; y los alumnos son hoy nativos digitales, de modo que tienen formas de aprendizaje y comportamiento diferentes que tenemos que integrar en el diseño pedagógico. En España este cambio ya ha comenzado a implantarse en algunos colegios con gran éxito, como en el British School of Barcelona (BSB), donde el aprendizaje experiencial y por proyectos convierte al alumno en protagonista del modelo educativo.
¿Qué cambios han experimentado los colegios Cognita en España desde que usted está al frente?
El éxito de la educación de los cinco colegios de Cognita en España no se entiende sin la convergencia con la extensa familia de colegios del Grupo en todo el mundo: todos nuestros colegios comparten las mejores prácticas en la adecuación para que nuestros alumnos alcancen su máximo potencial. Mi principal objetivo es garantizar que todos y cada uno de nuestros alumnos en España se benefician de una “Educación Cognita”, donde a la excelencia académica añadimos el desarrollo de habilidades y de una mentalidad global.
“El aprendizaje experiencial y por proyectos convierte al alumno en protagonista del modelo educativo”
¿Cómo se traduce esa visión de futuro que comentaba en el currículo del BSB?
El colegio ha experimentado un cambio radical en los últimos dos años, no solamente en cuanto a instalaciones y a su ampliación con un nuevo campus en Sitges y el nuevo campus pre-universitario que en breve vamos a inaugurar, sino en la provisión de una educación integral y en la aplicación de un programa de enriquecimiento educativo muy en línea con la adquisición de competencias para la vida, más allá de lo estrictamente académico. Esta visión educativa se desarrolla a lo largo de todo el currículo y alcanza su máxima expresión en el modelo diseñado para los alumnos de entre 16 y 19 años, lo que llamamos “WorldReadyExperience”: combinando A-Levels con el Diploma de la Organización de Bachillerato Internacional, programas de desarrollo de habilidades (comunicación, pensamiento crítico, trabajo en equipo) y mentores que ayudan al alumno a desarrollar su máximo potencial y a prepararse para el mundo real.
¿Qué beneficios tiene recibir una educación internacional desde los primeros años de la formación de un niño?
Nuestros colegios en España siguen el currículo británico y en el BSB se imparte además el Bachillerato Internacional. Los alumnos proceden de cerca de 50 nacionalidades diferentes lo que, más allá del aprendizaje de lenguas extranjeras, les confiere una perspectiva global que modela su carácter y los convierte en ciudadanos del mundo, tolerantes con las diferentes culturas y capaces de labrarse un futuro profesional en cualquier parte del mundo. La inmersión en este modelo de educación internacional desde la más temprana edad se traduce en la adquisición de una mentalidad abierta y de unos valores de convivencia para toda la vida, facilitando su acceso a universidades de todo el mundo.
