Sònia Sas, Directora General de Hamelin-Laie International School
“Apostamos por una metodología innovadora y centrada en la adquisición de habilidades”
Hamelin-Laie International School es la primera escuela trilingüe de Catalunya y su proyecto está a punto de cumplir 30 años de vida. Para conocerlo con más detalle, hablamos con su directora general, Sònia Sas.
¿Cuáles son los orígenes de la escuela?
Nuestro proyecto educativo nació en 1981 en Barcelona, por entonces como escuela infantil. En 1988 nos trasladamos a Alella –donde comenzamos a impartir educación primaria y secundaria– y desde 2016 tenemos todas nuestras instalaciones unificadas en Montgat. Hoy tenemos alumnos desde los 4 meses hasta los 18 años y disponemos de una residencia para estudiantes internacionales.
Desde el principio con la idea del trilingüismo en mente…
Así es, nuestro modelo ha tenido siempre presente la importancia de los idiomas, por lo que los alumnos de P3, P4 y P5 hacen inmersión en lengua inglesa, del mismo modo que la mayor parte del currículo de primaria y secundaria se realiza en ese idioma. El objetivo es que los estudiantes acaben con un nivel idéntico de inglés, catalán y castellano. Además, los alumnos deben cursar una cuarta lengua a los 6 años, para lo que les ofrecemos alemán, francés y chino.
¿Cómo se trabajan las lenguas para estimular el aprendizaje a esos niveles?
Una de las principales vías que tenemos para trabajar los idiomas es la literatura. Para que se haga una idea, los alumnos leen unos 20 libros cada curso desde los 6 años, lo que significa entre 6 y 7 en cada uno de los tres idiomas. Lo que hacemos no es basarnos en el libro de texto a la hora de abordar el aprendizaje, sino intentar trasladar el contenido de esas lecturas al ámbito académico, del mismo modo que trasladamos el currículo de ciencias al laboratorio buscando una enseñanza experiencial que ayude al niño a tener iniciativa. Hemos apostado por una metodología innovadora, activa y muy centrada en la adquisición de habilidades. El conocimiento de las lenguas es una de ellas, pero no la única. De hecho, tenemos un programa de estimulación precoz en educación infantil muy ambicioso, y en nuestro sistema de enseñanza se prioriza el análisis de texto, el debate y la argumentación en las asignaturas humanísticas, como son las lenguas y las ciencias sociales. De esta manera logramos trabajar el pensamiento crítico de manera transversal, en todas las asignaturas y desde muy pequeños.
Y que incluye los intercambios internacionales...
Sí. Cuando los alumnos llegan a Bachillerato pueden optar entre el programa nacional o el programa de diploma de bachillerato internacional, que ofrecemos por cuarto año consecutivo. Además, esa vocación internacional queda patente también con los acuerdos de intercambio de alumnos que tenemos con centros de Canadá, Estados Unidos, China, Hungría, Escocia, Irlanda, Dinamarca y Francia. Se trata de una experiencia magnífica para los alumnos a la que pueden optar desde 1º de ESO.
¿Qué valores persiguen con su modelo?
La idea final es formar personas íntegras, solidarias, tolerantes y audaces. Trabajamos los valores de una manera transversal en todas las asignaturas y en todos los ámbitos de la Escuela. Nuestros alumnos promueven y colaboran en campañas y acciones solidarias, y participan en proyectos de ayuda comunitaria de ámbito local. Consideramos que este último punto es esencial en la formación de nuestros estudiantes.
¿Por qué son tan importantes para el centro las expresiones artísticas?
Para nosotros son una vía más para fomentar las capacidades de expresión de los alumnos y de potenciar la cohesión de grupo y el trabajo en equipo. Por eso, desde 6º de primaria y hasta 2º de ESO, los alumnos forman parte de una Big Band de música que no es una actividad extraescolar, sino parte del currículo. Lo mismo ocurre con el teatro musical (desde P3 a 4º de ESO) o con el ajedrez, que es una asignatura obligatoria para todos los alumnos de primaria. Creemos que la música, el teatro o el ajedrez proporcionan valores que ayudan a estimular las capacidades de los niños, de ahí que les otorguemos esa importancia.
Capacidades como la comunicación…
Tener la capacidad de comunicarse es fundamental para la formación de los alumnos. Por eso, nuestros estudiantes realizan constantemente proyectos que exponen en público y con toda soltura en cualquiera de los tres idiomas de colegio. Por otro lado, disponemos también de clubes de matemáticas, debate competitivo o investigación que estimulan también no solo la comunicación, sino el trabajo en equipo. Otro dato importante es que tenemos niños de 29 nacionalidades diferentes, lo que supone un factor indudable de enriquecimiento en nuestro día a día.
¿De qué manera se implican las familias en el proyecto de Hamelin-Laie?
Para nosotros, la implicación de los padres es tan importante como la atención personalizada al alumno que realizamos a través de las tutorías. En el caso de las familias, no solo estamos en constante comunicación con ellas, sino que organizamos periódicamente talleres que imparten los padres o madres de los niños para explicar a la clase en qué consiste su trabajo o el porqué de una afición concreta. Marketing, economía, medicina, coleccionismo… Todo tiene un gran atractivo para los niños y para la escuela es una manera de fortalecer el vínculo con las familias.
¿Se puede seguir innovando en un mundo como el educativo?
Se puede, sin duda. Estamos convencidos que los contenidos son cambiantes, por lo que es preciso centrarse en las habilidades. El inmovilismo no prepara a los niños para su educación; fomentar el pensamiento crítico, la sensibilidad, la comunicación o la enseñanza argumentativa sí lo hace. Esa es nuestra apuesta y los resultados de las pruebas de competencia de nuestros alumnos, muy por encima de la media, así lo dicen.
¿Ese es el reto de futuro de la escuela?
Sí, pero también estar abiertos a aquellas innovaciones que puedan surgir y que veamos adecuadas para nuestro modelo de colegio. De hecho, esa es la labor del departamento de innovación educativa del centro, cuyo último trabajo ha sido la puesta en marcha del proyecto de ‘comedor educativo’. Por otro lado, seguiremos apostando por el trilingüismo y por la inmersión desde las edades más tempranas, y combinaremos ese modelo con una atención personalizada al alumno para adaptarnos a su realidad y para que él se adapte al entorno que le rodea.