BARCELONA— Vinos, quesos, jamones, embutidos, conservas, licores y todo tipo de productos delicatessen. Vila Viniteca es, sin duda alguna, una de las tiendas gastronómicas de referencia en Barcelona. Su historia se remonta al año 1932, cuando el abuelo de los actuales propietarios abrió una tienda de ultramarinos en la calle Agullers, en el barrio de El Born. "La tienda era un referente entre los vecinos y mi abuelo ya contaba con algunos restaurantes de la zona como clientes", explica Eva Vila, responsable de Producto Gourmet de Vila Viniteca. Ella siguió esa pasión familiar por el producto de alta calidad, trabajando siempre en estrecha colaboración con los diferentes productores y elaboradores y conociendo sus productos de primera mano. Poco a poco, y de manera autodidacta, también se fue sumergiendo en el mundo de los quesos. Ahora, en la tienda familiar, renovada pero que sigue levantando la persiana en la misma calle Agullers, disponen de una impresionante selección de más de 350 quesos artesanales de todo el mundo, con especial interés por aquellos que provienen de pequeñas queserías, y aquellos que se elaboran con leche cruda. "Para mí, descubrir un nuevo queso es descubrir una joya", dice.
SELECCIÓN NACIONAL. Esa historia, esa pasión y ese conocimiento del producto convencieron a
El Nacional, que los eligió como sus proveedores de quesos. "Colaboramos con ellos desde el principio y siempre han tenido mucho interés en ofrecer una selección de quesos de alta calidad, que sean nacionales pero que tengan alguna peculiaridad y un poco de historia detrás", comenta Eva Vila. Juntos han ido configurando, a lo largo de los años, una cuidada oferta de quesos elaborados con distintas leches –de oveja, vaca y cabra– y con texturas diversas. Una selección gustativa que recorre la península Ibérica: País Vasco, Navarra, Andalucía, Extremadura, Cataluña, Asturias, etc. "Más allá de su procedencia, hemos buscado que sean quesos que tengan algo particular que explicar, que sean productos con personalidad y que estén elaborados por productores pequeños y responsables, personas que tienen el queso como filosofía de vida", añade Eva Vila.
Es el caso del Blau de l’Avi Ton, el Carrat, el Puigpedrós y el Brisat, los cuatro elaborados en tierras catalanas. "Actualmente, en Cataluña se están llevando a cabo proyectos muy interesantes. Es una región pionera y cada vez hay más micro-queserías". Al mismo nivel de calidad se encuentran otras propuestas, como la Torta Pascualete de Extremadura, el Troncocónico Rey Silo de Asturias, el Manchego etiqueta verde de Castilla-La Mancha y el Afuega’l Pitu de Asturias. "Todos son muy peculiares y exclusivos, con un punto original pero pensados para que puedan gustar a todo el mundo", apunta Eva Vila, que invita a degustarlos maridando con un buen vino en los espacios de El Nacional.
BUEN ENTENDIMIENTO. Vila Viniteca visita
El Nacional dos o tres veces por semana para servir los quesos en su momento óptimo. Además, se mantiene en contacto permanente con el equipo de Cocina para darles a conocer nuevos quesos y sugerirles nuevos maridajes. "Nos hace mucha ilusión que un espacio gastronómico tan grande como El Nacional apueste por quesos de este nivel y que tenga este respeto por el producto bien elaborado. Para nosotros, trabajar con ellos es muy fácil, es un placer, y se lo hemos hecho saber en numerosas ocasiones", sentencia.
CARRAT. Elaborado con leche de cabra, y reconocible por su forma cuadrada y por su corteza cubierta con carbón vegetal, es uno de los productos estrella de la premiada quesería Bauma de Borredà (El Berguedà). "Es una quesería ejemplar y su fundador, Toni Chueca, es un referente y un pionero en el mundo del queso en Cataluña", explica Vila.
AFUEGA'L PITU. Originario de la zona central de Asturias, está elaborado, en el caso del Rey Silo, con leche cruda y entera de vaca. El que se puede degustar en El Nacional proviene de la Quesería Rey Silo, que está ubicada en Pravia, donde trabajan para recuperar quesos ancestrales de la zona. Existe el Rey Silo blanco o natural y el roxu o de pimentón, ligeramente picante.
IDIAZABAL DE PASTOR. Una joya de origen vasco, elaborada con leche cruda de oveja Latxa o Carranzana y con un sabor ligeramente ácido y picante. "El que sirven en El Nacional es uno de los mejores", dice Vila. Proviene de la quesería Aizpea, formada por un matrimonio de pastores y queseros que todavía realizan la transhumancia con su manada de ovejas latxas.
MANCHEGO PASAMONTES. Ubicada en Moral de Calatrava (Castilla-La Mancha), la quesería Pasamontes elabora "las cuatro variedades típicas de La Mancha, con muy buena calidad y con leche cruda", explica Vila. En la Barra de Vinos se puede comer uno de sus manchegos, el Pasamontes etiqueta verde, "ligeramente picante, muy mantecoso y algo aceitoso en el paladar".