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Carles Sala, Secretario de Vivienda y Mejora Urbana de la Generalitat de Cataluña

 

EL PLAN TERRITORIAL SECTORIAL DE LA VIVIENDA

En ocasiones a los gobiernos se los acusa de pensar sólo en el corto plazo que marcan las elecciones. Paradójicamente, a la vez se piensa que son una máquina de hacer planes y programas con escenarios y actuaciones de futuro vacíos de contenido o de difícil aplicación. Este artículo habla del Plan Territorial Sectorial de la Vivienda, un instrumento que no es consecuencia ni de una cosa, ni de la otra.

En el contexto que nos ocupa, el de la vivienda, este binomio del corto plazo y la mirada de futuro, ha centrado la actuación del Gobierno de la Generalitat en esta legislatura.

Ante el impacto social de una crisis económica sin precedentes –con intensos efectos en todo aquello relacionado con la vivienda-, el Gobierno ha impulsado medidas legislativas y programas sociales para atender las necesidades urgentes con que se encuentra una parte de la población, pero también ha planificado. Ha pensado en las necesidades, especialmente, de quienes hoy son más jóvenes.

Es vital, en el momento actual que salimos de esta crisis en el ámbito de la vivienda, tener diseñada la estrategia de futuro.

El Plan Territorial Sectorial de Vivienda tiene que ser la hoja de ruta que ha de inspirar las políticas en materia de vivienda durante los próximos 15 años. Se trata, en consecuencia, de un documento estratégico y técnico, que tendrá que tener muy presente quién gobierne, y me atrevo a decir, que también todo el sector de la promoción de vivienda.

Un Plan que tiene como punto de partida las 880.000 nuevos hogares que es crearán a lo largo de todo el periodo.

La formación de 880.000 nuevos hogares, no quiere decir que necesitamos, ni de lejos, 880.000 nuevas viviendas, hay también en el mismo periodo muchos hogares que desaparecerán, que dejarán viviendas vacías que en muchos casos habrá que rehabilitar. Sí que hemos evaluado que muchas de aquellas familias que se formen, la mayoría descendentes de la generación del “baby boom”, tendrán que recibir algún tipo de apoyo público.

Más de 300.000 hogares de jóvenes que querrán en algunos casos emanciparse, y en otros, personas que querrán crear nuevas familias, precisarán de algún tipo de apoyo público, ya sea a través de nuevas ayudas al pago del alquiler, de la ampliación del parque público de alquiler social con más de 130.000 viviendas (procedentes de la adquisición o de su construcción), o de la promoción de 140.000 nuevas viviendas de protección oficial de compraventa y otros tipos de tenencias, entre otras medidas.

El PTSH se marca como objetivo que en los próximos tres lustros el 15% del parque de vivienda esté destinado a resolver las necesidades de las políticas de vivienda social en 152 municipios incluidos en las áreas de fuerte demanda acreditada, donde vive cerca del 80% de la población de Cataluña y donde se crearán la mayoría de los nuevos hogares.

Se pretende, así, hacer un salto cuantitativo y cualitativo en materia de vivienda, especialmente en forma de alquiler social para acercar Cataluña a la media de los países del sur de Europa, con la previsión que el 5% del parque principal sea vivienda pública de alquiler social.

Esta es una apuesta para marcar las líneas estratégicas que los gobernantes y el sector privado tendrán que tener presentes para que nuestro país avance reforzando todo aquello relacionado con el derecho a la vivienda.

Más oferta de vivienda de protección oficial, más parque público, más alquiler social, y más ayudas para atender las nuevas necesidades son los pilares de este plan de futuro que el país ya tiene en marcha.

Evidentemente todo esto tiene unos costes. Se necesitan más recursos públicos en el ámbito de la vivienda, y tendremos que encontrar la manera de duplicar en el corto plazo, e incluso triplicar en los próximos años, los presupuestos públicos destinados a la vivienda.

El PTSH pretende hacer un salto cuantitativo y cualitativo en materia de vivienda, especialmente en forma de alquiler social para acercar Cataluña a la media de los países del sur de Europa

La vivienda ha pasado a ser uno de los elementos esenciales para el desarrollo de las familias y las personas, como lo es la educación o la salud, y tenemos que poder dedicarle presupuestariamente una cifra de entre el 1% y el 2% del presupuesto de gasto corriente para poder atender y hacer efectivo un derecho básico.

Hay que decirlo, porque el futuro también se define por lo que hacemos en el presente, y si hoy podemos plantear objetivos ambiciosos para la política de vivienda durante los próximos 15 años es porque se han dedicado muchos esfuerzos a superar los obstáculos que como país se nos han puesto delante en esta materia durante los últimos tiempos.