El Hotel Solineu es una de las referencias del sector en La Molina. De carácter familiar, ofrece una amplia variedad de alojamientos para quienes decidan pasar unos días de asueto en el Pirineo catalán. Hablamos con su responsable, Conxita Ferrerons.

¿Cuáles son los orígenes del hotel?

Adquirimos el hotel Sol i Neu en 1995. Anteriormente teníamos experiencia como agencia inmobiliaria en La Molina y decidimos dar el paso. Durante los primeros años lo alquilamos a un tercero para que lo gestionara y explotara hasta que en el año 2004 optamos por ocuparnos de forma directa y lo transformamos completamente.

¿En qué consistió esa transformación?

Lo único que dejamos como estaba fue la fachada y la estructura, pero cambiamos el hotel por completo. Remodelamos todas las habitaciones, hicimos algunas nuevas, creamos e instalamos un spa… El hotel de hoy y el que era tienen poco que ver.

¿Cómo definiría la filosofía del establecimiento?

El nuestro es un negocio familiar que dirigimos mi hija y yo, y procuramos trasladar ese carácter próximo y directo a los servicios que ofrecemos, desde la recepción hasta la comida, casera y de calidad, pasando por el equipamiento de las habitaciones y las zonas comunes. El nivel de fidelidad que nos muestran nuestros clientes –algunos vienen sin falta cada año– nos indica que hacemos las cosas bien, aunque siempre trabajamos para mejorar.

Pero no es la única oferta de alojamiento que gestionan en La Molina…

Es cierto. Disponemos de varios apartamentos que se alquilan por temporada y también de un aparthotel de 50 apartamentos más, en este caso en régimen de media pensión, lo que nos da una capacidad total de 400 plazas. El aparthotel está comunicado con el hotel mediante un pasillo cubierto que da acceso al restaurante y que nos permite, si el cliente lo desea, ofrecer el mismo servicio que en el hotel también en los apartamentos. Me refiero a servicio de habitaciones, cambio de ropa de cama…

¿A qué perfil de cliente se dirigen?

Nuestra clientela es muy variada. Tenemos familias que vienen en temporada alta de esquí, turismo de fin de semana, grupos de adultos y de gente mayor… En este sentido, la llegada de grupos de la zona de Murcia, Almería y otras zonas del sur después de Semana Santa nos permite tener abierto el hotel durante todo el año, también en temporada baja, algo que otros establecimientos de la zona no pueden hacer.

¿Cuáles son los retos de futuro de Solineu?

No tenemos más reto que seguir trabajando para ofrecer a nuestros clientes una experiencia inolvidable en cualquiera de nuestros alojamientos. Y eso pasa por continuar mejorando, por mantener el trato directo y adaptado a sus necesidades y por incorporar aquellos servicios que nos permitan consolidar nuestro posicionamiento en la zona.