La economía catalana crece más del doble que la zona euro

En 2015 la economía catalana presentaba el mejor balance desde 2007, principalmente gracias a los éxitos de su internacionalización. Esta es una de las principales conclusiones de la Memòria Econòmica de Catalunya 2015, patrocinada por Banco Santander.
Según los datos de esta memoria, Catalunya crece más del doble que la zona euro y también está entre las Comunidades que lideran el crecimiento en el Estado español. Es la tercera CC.AA, después de la Valenciana y Madrid, que registró un mayor crecimiento del PIB en 2015.
En 2015, la economía catalana dejaba atrás definitivamente la crisis que ha caracterizado la última década y crecía a un ritmo del 3,3%, mientras que la zona euro lo hacía a un 1,6%.
El año pasado se caracterizó por haber alcanzado nuevos récords en variables como las exportaciones de bienes y servicios, el número de empresas exportadoras, la inversión extranjera o el número de turistas extranjeros. Todas ellas son variables que ponen de manifiesto la importancia que ha tenido el componente exterior en la recuperación económica de Catalunya.
Catalunya está ganando cuota de mercado en el comercio mundial, lo que significa que la economía catalana ha mejorado su competitividad exterior. 2015 fue también un año muy positivo en lo que refiere a la inversión extranjera, en el que se rozó la cifra de 4.800 millones de euros. De media, un tercio de la inversión extranjera tiene como destino la industria, lo que significa que el sector industrial no ha perdido atractivo para las compañías.
El año 2015 se caracterizó también por un aumento de la confianza empresarial, que está en máximos históricos desde el año 2012. Este indicador ha mejorado en empresas de toda dimensión, pero donde se observa un aumento más destacado es en el grupo de empresas de entre 10 y 50 trabajadores, lo que significa que las pequeñas empresas, sobre las que se apoya buena parte del empleo en Catalunya, están notando la recuperación económica tanto o más que el resto. A nivel sectorial, la gran novedad es que el sector de la construcción registra la primera tasa positiva en 8 años y, aunque estamos aún muy lejos de volver a la situación de partida, los indicadores del mercado de la vivienda ya muestran una notable recuperación.
Las previsiones para 2016 reafirman una tendencia positiva de la economía catalana, a pesar de que anticipan cierta desaceleración, aunque más suave de la que se preveía inicialmente. Así, el PIB podría pasar de crecer un 3’4% en 2015 a un 2’9% en 2016 y un 2’7% en 2017, según la Generalitat de Catalunya. De hecho, el primer trimestre de 2016, el crecimiento del PIB catalán ha sido dos décimas inferior que el del último trimestre del 2015. Aún así, y a pesar de la desaceleración, la economía catalana aún crecerá por encima de la media de los países avanzados, que según el FMI lo harán a un ritmo del 2%, lo que significa que ganará peso dentro de las economías desarrolladas.
En resumen, las exportaciones han sido la palanca de cambio para la salida de la crisis, pero no todo el balance económico es tan positivo. Continúan habiendo dudas que pueden afectar a la confianza inversora este año, algunas internas, relacionadas con el contexto político; otras externas, relacionadas con el nuevo escenario que se dibuja tras el Brexit, la situación de China, el precio del petróleo… Por otra parte, la economía catalana continúa teniendo tres grandes retos que afrontar, como son la reducción de las desigualdades a través de la creación de ocupación de calidad y la reducción de la tasa de paro; un aumento de la productividad por la vía de la innovación y la formación; y hacer compatible el crecimiento económico con la reducción del déficit y el endeudamiento público.
2015 se caracterizó por un aumento de la confianza empresarial