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Tapas ‘al cante’

Tapas cantadas
Los platillos calientes se ofrecen de viva voz a los clientes

BARCELONA— La idea de comer a base de tapas lleva implícita la búsqueda, además de buenos platos, de un ambiente informal, distendido y divertido. Por eso, La Taperia de El Nacional importó una fórmula que encanta a los clientes, las tapas al cante o a la malagueña: el personal de sala va cantando los platos calientes recién elaborados que salen de la cocina y los va sirviendo a los clientes que levantan la mano y los solicitan, como en una subasta.

En este restaurante se ha tenido un cuidado especial a la hora de elegir al personal de sala, que tiene un papel protagonista tanto a la hora de cantar las tapas como a la hora de recomendar a los comensales los platos y advertir a la cocina de lo que demandan para adecuar en cada momento la oferta a las preferencias de los clientes.

Así, cuando el cliente se siente a la mesa, un camarero le tomará nota de las bebidas y tapas frías, y le dará algunas pistas sobre lo que se está cociendo en la cocina. Una vez servido, comienza el festival.


MAPA DE TAPAS. La carta de La Taperia es un auténtico mapa de la Península condensado en más de cuarenta propuestas fijas a las que se van añadiendo otras según los productos de temporada. Entre las tapas frías, además del excelente jamón ibérico de Guijuelo que se degusta en todo El Nacional, no faltan una tabla de quesos y varias ensaladas, como la personal versión de la ensaladilla rusa, la de habitas con jamón ibérico y menta, la esqueixada de bacalao desmigado con tomate y aceitunas, el salpicón de pescado y marisco y las típicas Gildas del norte.

El espectáculo llega con las tapas calientes. No faltan las patatas bravas ni las croquetas de jamón o los huevos estrellados, las frituras de pescado (bacalao, calamares a la andaluza, gambas de Huelva) ni el marisco (navajas, mejillones al vapor). Pero las estrellas son aquí los platillos de arroz y las fideuás; entre los primeros, paellas mixtas de carne y pescado, negras, de marisco o de verduras. Por su parte, la fideuá y la fideuá negra se sirven siempre con alioli para que el comensal lo añada a su gusto. 

En un almuerzo o cena, aunque sea a base de tapas, no pueden faltar unos postres variados y representativos de varias regiones, desde los piononos, de Granada, hasta la crema catalana, pasando por clásicos como el flan o el arroz con leche, la macedonia de frutas o una versión del pan con chocolate, aceite y sal.

LA ENSALADILLA RUSA DE CARLES TEJEDOR. Una de las tapas más maltratadas en la restauración es la ensaladilla rusa, elaborada a menudo con productos congelados y de poca calidad. La Taperia dignifica este producto con la receta del director gastronómico de El Nacional, Carles Tejedor, una receta que tiene un solo secreto, según su autor: "producto y sencillez". La rusa de La Taperia solo lleva patata, atún y mayonesa, pero no cualquier patata, sino las mejores de cada temporada, el mejor atún y mayonesa elaborada en el propio restaurante.

Las patatas seleccionadas se hierven con piel para evitar que absorban agua y pierdan sabor, se pelan una vez frías, se cortan a dados y se aliñan con la mayonesa, junto con el atún. Sencillamente, deliciosa.

Además de la rusa, el chef destaca de la carta, ahora que llega la temporada, la ensalada de tomate con cebolla roja y ventresca de atún.

¿QUIERES CONOCER LA CARTA DE NUESTRA TAPERIA?