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Josep Maria y Cristina Plana, Responsables de La Bòbila

 

“La Bòbila es el resultado de una forma de entender la vida”

Si hay una zona de Catalunya que nunca deja de sorprender al visitante es l’Empordà. En Corçà, a pocos kilómetros de La Bisbal d’Empordà, se encuentra La Bòbila. Se trata de un establecimiento que no deja indiferente a quienes traspasan el umbral de su puerta para penetrar en un universo creado por Josep Maria Plana y su hija Cristina, un lugar donde caminan de la mano la gastronomía y la decoración. Hablamos con ellos para cerciorarnos que, en efecto, La Bòbila es mucho más que un restaurante.

¿Qué es La Bòbila?

JMP: La Bòbila es el resultado de una forma de entender la vida. Un proyecto muy familiar y personal en el que hemos pretendido unir la gastronomía con los proyectos de decoración para trasladar a las casas de nuestros clientes toda la ilusión por nuestro trabajo. En la práctica, eso se traduce en dos iniciativas diferentes y al mismo tiempo complementarias: La Bòbila Atelier y el restaurante BÒ de Bòbila.

El espacio donde se ubican ya impresiona.

CP: Se trata de las naves de una antigua fábrica industrial del siglo XIX que hasta los años setenta se dedicaba a la fabricación de piezas de cerámica y barro. Aquí disponemos de más de 2.000 metros cuadrados de showroom donde el protagonismo recae sobre todo en las piezas recuperadas, elementos que proporcionan carácter al espacio y marcan nuestro estilo. Un estilo basado en sensaciones, en despertar emociones mediante los aromas, la música, los colores y las texturas que se pueden apreciar en nuestro espacio.

Pero no se limitan a vender esas piezas…

CP: No. Naturalmente, todo lo que está expuesto está a la venta y cualquier persona que nos visite puede adquirir aquello que le guste. Sin embargo, cuando hablamos de trasladar nuestra forma de entender la decoración al cliente lo hacemos pensando en la realización de proyectos decorativos. Colaboramos con arquitectos, interioristas y decoradores para ayudarles a crear esos espacios; por eso, en nuestro showroom, el aire industrial propio de una nave convive con la gran variedad de estilos en los productos que se pueden contemplar paseando por el establecimiento. Además, si el cliente lo desea, podemos ocuparnos también de realizar la rehabilitación completa de sus casas, aprovechando para ello la inspiración y las emociones que nuestros productos les han despertado y los conocimientos. Esa evolución cobró un nuevo impulso hace ahora tres años, cuando decidimos abrirnos al mundo de los eventos, en este caso con propuestas de decoración para bodas, fiestas o actos corporativos en los que sorprender a los invitados con piezas únicas.

¿Quiénes forman La Bòbila Atelier?

JMP: Este proyecto está integrado por un equipo humano de artesanos, industriales y soñadores que trabaja para dar vida a un nuevo concepto. Hablo de profesionales capaces de dominar oficios como la madera, el hierro y la pintura que hacen que La Bòbila pueda tanto dar una segunda vida a los muebles de sus clientes, como proponerles nuevas opciones. Por eso estamos hablando de un referente en el diseño y la decoración más exclusiva del Empordà.

Decoración, proyectos de arquitectura y rehabilitación, pero también restauración…

CP: Sí. Cuando adquirimos La Bòbila ya existía el restaurante, pero su situación no era la idónea. Decidimos darle un nuevo impulso y poco a poco, a base de constancia y de ofrecer calidad, creamos lo que hoy es BÒ de Bòbila, un local de aires provenzales que se relaciona directamente con el showroom.

¿Qué encontrará quien se siente a la mesa del BÒ?

CP: Una interesante e innovadora propuesta gastronómica que une la cocina japonesa con la mediterránea y donde se aprecia una gran influencia de los productos de proximidad ampurdaneses. El equipo que lideran Joan Camprubí y Cristina Plana trabaja para estar en constante evolución y para que hostelería y decoración encajen perfectamente. Así que, respondiendo a su pregunta, el comensal que nos visite encontrará recetas japonesas con fusiones mediterráneas, un espacio sosegado y tranquilo, un servicio muy atento y personal y una magnífica relación calidad-precio.

¿Qué es el Hivernacle de la Bòbila?

CP: Es un espacio que pusimos en marcha el verano pasado para ampliar la oferta gastronómica y nocturna. Se trata de una zona independiente, un antiguo invernadero que cuenta con una amplia terraza donde podemos acoger –y organizar, si el cliente así lo quiere– eventos privados con zonas como el cómodo chill out con música en vivo o barra de cócteles.

No son los únicos espacios únicos donde celebrar eventos, ¿no es así?

CP: No. Dentro del showroom de interiorismo de La Bòbila hemos acondicionado los dos antiguos hornos de cocción de cerámica para convertirlos en salones privados para veladas románticas, eventos de grupo o reuniones de trabajo. A los hornos se añade también el patio interior, que permite adentrarse en un mundo provenzal y respirar aire fresco en un lugar lleno de magia. Es más, este año hemos puesto en marcha también el servicio de catering de sushi para quienes quieran disfrutar de nuestra comida en su domicilio.

¿Cuáles son los retos de futuro de La Bòbila?

JMP: El principal objetivo es mantener el alma propia que caracteriza todos nuestros proyectos decorativos, de arquitectura y de eventos y restauración. A partir de ahí, tenemos en mente la puesta en marcha de un nuevo establecimiento que hemos bautizado como hotel-boutique y que pretende trasladar la experiencia emocional de La Bòbila a un hotel que dispondrá de showroom para que los clientes puedan adquirir las piezas que deseen. El hotel-boutique tendrá una superficie similar a la de La Bòbila y estará situado apenas a 20 minutos de aquí. Cuando llegue el momento, esperamos poder sorprender a los simpatizantes del estilo Bòbila y también facilitar a arquitectos y decoradores un espacio para visitar con sus clientes y así crear nuevas sinergias.

CINCO AÑOS DE ILUSIÓN

Adentrarse en La Bòbila significa recorrer en unos minutos cinco años de trabajo e ilusión por parte de la familia Plana. Todo comenzó en 2013, cuando Josep Maria Plana y su hija Cristina –arquitecto de profesión– se enamoraron de la esencia de La Bòbila y decidieron embarcarse en un nuevo proyecto. Un proyecto impulsado por la ilusión, el esfuerzo y la autosuperación que tenía un único objetivo: mimar cada detalle para despertar las emociones de quienes deciden entrar en el local y disfrutar del placer de contemplar. “Es un concepto que surge de nuestras inquietudes artísticas y creativas y que busca siempre impresionar, llamar la atención, hacer volar la imaginación, despertar la curiosidad…”, explica Cristina. La Bòbila es, en definitiva, una experiencia escondida en las entrañas del Empordà donde encontrar piezas antiguas, nuevas o recuperadas escogidas con mimo y una a una por el equipo de la empresa.

 

www.bobila.com

Crta. Palamós 1, 17121 Corçà

Tel. 972 630 359

info@bobila.com

Instagram: @labobilaatelier