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Sesenta años de experiencia conservera

La empresa catalana Espinaler provee a El Nacional de las mejores conservas de pescado y marisco

BARCELONA— La familia Tapias abrió en 1896 la primera taberna Espinaler en Vilassar de Mar (Barcelona). “Como taberna de pescadores que era se servía principalmente vino, mezclas de moscatel con anís o coñac, etc. Era una pequeña taberna marinera, acogedora y familiar junto al mar”, explica Miquel Tapias, presidente de Espinaler y cuarta generación de la familia. Hacia la década de los cuarenta, Joan Tapias, nieto del fundador, comenzó a incluir en su oferta el vermú de calidad y las conservas especialmente seleccionadas (almejas, navajas, berberechos…), aunque no se comenzaron a fabricar y comercializar directamente bajo la marca Espinaler hasta más tarde.

CONTROL DESDE EL ORIGEN. La gama de productos Espinaler cuenta con más de 400 referencias con marca propia, especialmente de conservas de pescado y marisco, conservas vegetales, vermús, aceitunas, patatas fritas y su famosa salsa de aperitivo. Por lo que al pescado y marisco se refiere, la materia prima proviene de Galicia aunque, para poder ofrecer la mejor calidad, en algunas especialidades buscan el producto en otras zonas, como el atún y las anchoas del Cantábrico, el langostino de Andalucía, etc. “Nuestra obsesión es y será siempre buscar la mejor materia prima en origen y llevarla hasta nuestros consumidores en su máxima expresión”, argumenta Tapias. Por eso, el departamento de operaciones compra el producto directamente en las lonjas de Galicia y lo envasa posteriormente en algunas de las más reconocidas conserveras de la zona. “El enlatado se realiza bajo nuestras estrictas restricciones y controles de calidad”, precisa Tapias. Los estándares de calidad de la marca se adaptan a las características de cada uno de los productos. Así, las patatas son especialmente escogidas en Soria, cultivadas en campos a mil metros de altura, mientras que las aceitunas son siempre de los mejores calibres y responden a las características organolépticas y visuales más valoradas por los consumidores de la marca del mundo entero. Por su parte, la salsa Espinaler, el producto estrella de la casa, se elabora en las instalaciones que la empresa tiene en Argentona (Barcelona), en una línea de envasado recién estrenada este mismo año 2018.

INTERESES COMPARTIDOS. En El Nacional se pueden encontrar la mayoría de conservas de pescado y marisco de la marca: almejas, berberechos, navajas, mejillones, etc., algunos artículos de conservas vegetales y otros elementos imprescindibles para hacer un buen aperitivo, como por ejemplo la patata clásica Espinaler. “Llevamos trabajando con El Nacional desde sus inicios y podemos decir que contar con la confianza de un cliente como este es muy importante para nosotros. Nos sentimos muy identificados con el espíritu de El Nacional, dada la importancia que le otorga al producto de calidad”, afirma Tapias. Últimamente la empresa ha incorporado nuevos productos como la patata frita con sabor a salsa de aperitivo Espinaler. “Ante la demanda de muchos de nuestros clientes y sumándonos a las nuevas tendencias de mercado, esperamos que este producto sea todo un éxito”, declara Tapias. También son nuevas la patata paja y una propuesta dulce llamada “Pecados de chocolate”, almendra marcona recubierta de chocolate blanco y cacao. La aventura internacional de la empresa “aún está en pañales, pero podemos decir con orgullo que nuestros productos se pueden encontrar desde Italia hasta Hong Kong, pasando por Japón o Australia”, dicen. La quinta generación de la familia, representada por Miki y David Tapias, ya está trabajando en ello.

LA FAMOSA SALSA ESPINALER. La salsa Espinaler nace en la década de los cincuenta con una fórmula casera elaborada por Ventureta Roldós, madre del actual presidente Miquel Tapias. En los años setenta se empieza a comercializar, convirtiéndose en el producto estrella de Espinaler. La salsa Espinaler es una combinación perfecta de vinagre de primera calidad, pimienta negra y roja y una cuidada selección de especias, con una fórmula secretamente transmitida de generación en generación que ha conseguido convertirse en un referente dentro de la gastronomía catalana y un imprescindible de los mejores aperitivos. Actualmente se comercializan la salsa original y otra receta que incorpora picante, pensadas para acompañar todas las conservas de la casa. Además, la salsa forma un trío ideal con las patatas Espinaler, que se pelan, se cortan y se fríen de acuerdo con un proceso tradicional en el cual se utiliza aceite de oliva 100% y muy poca sal, y con las aceitunas, de la variedad manzanilla fina, rellenas con anchoas del mar Cantábrico. Una combinación ganadora.