Dr. Benjamín Guix Director del IMOR
“La braquiterapia y el diagnóstico precoz ofrecen altas tasas de curación de tumores de próstata”
La radioterapia oncológica ha experimentado una gran evolución en los últimos años gracias al uso de equipos cada vez más avanzados que preservan los tejidos sanos, aumentan su eficacia y permiten un tratamiento más eficaz contra el cáncer. De todo ello hemos hablado con el Dr. Benjamín Guix, Director del Instituto IMOR, uno de los centros de referencia en esta disciplina.
¿Qué tipo de cánceres tratan en IMOR?
Empleamos la radioterapia para tratar todo tipo de tumores en cualquier localización: próstata, mama, pulmón, recto, piel, tumores ginecológicos… Cada una de esas localizaciones necesita una técnica específica y nosotros, como centro monográfico especializado, nos ocupamos de llevarla a cabo.
¿Cuáles son los tumores más frecuentes?
En la mujer, el cáncer más frecuente que nos encontramos es el de mama, mientras que en el hombre el más prevalente es el de próstata, por encima incluso que el de pulmón. En ambos casos, la radioterapia ofrece unos elevados porcentajes de curación siempre que se diagnostiquen de forma precoz.
Hablemos del cáncer de mama. ¿Cómo he evolucionado el tratamiento radioterápico?
La radioterapia de hoy tiene poco que ver con la que teníamos hace unos años. La tecnología ha permitido disponer de equipos que permiten reducir la duración de las sesiones y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de vida de las pacientes. Hoy podemos aplicar la radiación en poco más de tres semanas cuando anteriormente necesitábamos el doble de tiempo. Además, los equipos son cada vez más precisos, preservan mejor los tejidos sanos que hay alrededor del tumor y mejoran la calidad de vida.
La prueba del PSA en sangre es recomendable a partir de los 50 años"
Llegando incluso al quirófano...
Sí, la radioterapia intraoperatoria nos permite aprovechar la intervención en la que se extrae el tumor para aplicar la radiación que permita atacar los tejidos enfermos. En esos casos, muy seleccionados, podemos ver el estado de la mama y decidir las dosis de radiación adecuadas. Además, tiene la ventaja que con esta técnica la paciente no suele necesitar someterse a más sesiones de radioterapia. En pocas palabras, la evolución de los últimos años nos permite decir que los efectos secundarios de la radioterapia prácticamente han desaparecido.
¿Ha mejorado la tasa de curación?
Sin duda. Si el tumor se diagnostica a tiempo, los tratamientos actuales permiten alcanzar una tasa de curación del 98% en los cánceres de mama. Y lo mismo se puede decir de los de próstata, que pueden curarse al 100% siempre, insisto, que se diagnostiquen de forma precoz.
¿Qué pautas hay que seguir para lograr ese diagnóstico?
En el caso de las mujeres, los controles anuales mediante mamografía y las visitas periódicas al ginecólogo cubren muy bien la localización temprana de los tumores. En cuanto al cáncer de próstata, hay que trabajar más en la difusión del modo de detectar la posible aparición de un cáncer.
¿A qué se refiere?
A que es tan sencillo como hacerse un análisis de sangre y solicitar que se indique en el resultado el nivel de antígeno prostático específico o PSA. El PSA es una proteína que producen las células de la glándula prostática y un nivel de concentración alto en sangre puede ser indicativo de la presencia de un tumor en la próstata. Es un método nada invasivo para el diagnóstico y aunque es cierto que no todos los niveles elevados son a causa del cáncer, sí da pie a que se realice una biopsia para certificar la existencia o no de un tumor.
Los cánceres de mama y próstata diagnosticados a tiempo pueden curarse en un 98% de los casos"
¿A qué edad se recomienda el test de PSA?
Por regla general, se estima que a partir de los 50 años debería solicitarse el test al mismo tiempo que se realiza la analítica de sangre de un chequeo ordinario.
Si la prueba es positiva, ¿qué opciones de tratamiento con radiación tiene el paciente?
La braquiterapia da muy buenos resultados. Es una técnica que consiste en aplicar la radiación mediante catéteres que se introducen bajo la piel y que nos permiten atacar el con altas dosis en volúmenes pequeños. Se trata de un tratamiento que ofrece una alta tasa de eficacia y que no tiene los inconvenientes de la prostatectomía radical, que es la técnica quirúrgica más habitual.
¿Es menos invasiva?
No sólo es menos invasiva, sino que el uso de la braquiterapia evita la aparición de los efectos secundarios que conlleva la extirpación de la próstata: la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil. Es importante decir que la braquiterapia está indicada para tratar tumores organoconfinados, que se realiza con anestesia local y generalmente basta con una única sesión. Tras ella, el paciente puede reanudar su vida sin sufrir esos efectos adversos y totalmente curado.
Un centro especializado
IMOR es un centro monográfico dedicado únicamente al mundo de la radioterapia oncológica desde su fundación en el año 1999. Desde entonces ha apostado por dotarse siempre de los últimos avances tecnológicos, algo que le ha convertido en un centro de referencia no solo en Catalunya, sino también a nivel europeo. IMOR cuenta con un equipo formado por 30 personas, entre ellas 11 médicos que, en varios casos, son jefes de servicio de diferentes hospitales de Barcelona.
“Siempre hemos tenido la intención de ser especialistas en radioterapia para combinar esa experiencia con el conocimiento de nuestros profesionales y poder ofrecer a los pacientes una atención personal que les ayude a recorrer el camino hacia la curación total”, explica el Dr. Guix.

