Dr. José Mª Serra i Renom, Primer Catedrático de Cirugía Plástica y Estética de España
Ser madre a los 40: recuperar la figura con una abdominoplastia integral

En la mujer actual, debido a la vida moderna, el embarazo es más tardío y, por ello, la sínfisis pubiana (conexión de cartílago entre las dos partes del pubis) es más rígida y la piel menos elástica. Esto hace que muchas mujeres necesiten cesárea en el parto y también que la diástasis (separación) de los músculos rectos del abdomen se acreciente. Esto, a su vez, aumenta la presencia de estrías. La distensión abdominal ocasiona dolores lumbares debido a que la musculatura no protege la columna vertebral.
La abdominoplastia clásica que corrige la diástasis de los músculos rectos no soluciona estos problemas porque cuando una mujer está embarazada no se produce únicamente una distensión transversal (a lo ancho), sino que, además de la diástasis de los músculos rectos, también se desplazan los músculos laterales (oblicuos y transversos), por lo que la distensión es esférica. En el seguimiento de nuestras pacientes que se habían sometido a abdominoplastias clásicas, apreciamos que estaban satisfechas con el resultado cuando estaban de pie pero no tanto cuando se sentaban a 90º, al aparecer abombamientos.
Técnica de abdomino plastia a todos los niveles
Nuestra técnica, publicada en la revista americana de cirugía plástica Abdominoplasty with Customized Transverse Musculoaponeurotic Plications.Serra-Renom JM, Martinez-Teixido L, Serra-Mestre JM.Plast Reconstr Surg. 2015 Dec;136(6):741e-9e consiste no solamente en corregir la separación horizontal entre los rectos, sino también en reforzar la musculatura lateral mediante plicaturas transversales que corrigen el desplazamiento de los músculos oblicuos, obteniendo un abdomen plano y protegiendo nuevamente la columna vertebral, mejorando los dolores lumbares.
Para realizar la abdominoplastia integral corregimos la diástasis de rectos con la técnica clásica y, además, vamos solventando los posibles abombamientos que aparezcan en la cintura.
La técnica de abdominoplastia integral tiene tres frentes:
• Nivel cutáneo, quitando el delantal abdominal (si es preciso), la piel y el exceso de flacidez, así como todas las estrías posibles.
• Tejido adiposo, mediante una liposucción, para eliminar el exceso de grasa indeseada del abdomen y, sobre todo, de los flancos, dando así mejor forma a la cintura. Se elimina la grada del abdomen y de la espalda.
• Plano muscular. La corrección de todo el plano muscular (de todo el cinturón pélvico), para remodelar la cintura y proteger la columna vertebral.
Para planificar la intervención es importante realizar una valoración anatómica de todas las estructuras a cuatro niveles:
1)Cómo está la piel: si sobra o no, si tiene estrías o no, si está distendida, si tiene cicatrices y dónde se ubican, si se podrán extirpar o no, así como que no comprometan la vascularización de la plastia.
2)Cómo está la grasa: si hay exceso de ésta, si está distribuida de forma asimétrica o hay acúmulos bajo el estómago, así como si se ubica en los flancos, en la cintura o en otras partes.
3)Cómo está la pared muscular: si los músculos se encuentran unidos, si la paciente tiene buen tono muscular y si la forma del abdomen es similar a un reloj de arena o si, por el contrario, los músculos están distendidos y separados: diástasis de rectos.
4)Posibilidad de hernia umbilical o eventración, u otros problemas.

Además, también se deben tener en cuenta otros puntos como la cicatriz que quedará. Esto significa que debe diseñarse una cicatriz que permita extirpar el delantal o pliegue cutáneo. Asimismo, la cicatriz debe quedar escondida bajo la ropa interior o el bañador y, para ello, se le debe dar forma de U, para que no salga por los lados o ingles.
También debe tenerse en cuenta, en mujeres de más edad, si el monte de venus está muy horizontalizado que así, al hacer la cirugía y tensar la zona, se vuelva vertical y se rejuvenezca, aplicando una liposucción si es muy prominente. La liposucción consiste en aspirar la grasa justo debajo de la piel con cánulas muy finas, cruzando los túneles y dejando cicatrices muy pequeñas. Nuestra técnica tiene tres ejes. En primer lugar, la liposucción en profundidad con cánula de unos 4mm. A continuación, la lipoescultura superficial, con una cánula de 3mm, que se realiza justo en el plano subdérmico para que la piel se adapte y mejore la celulitis. Posteriormente, se unifican las áreas con un despegamiento subdérmico remodelante para que la cicatriz subcutánea sea uniforme y actúe como una faja, además de elevando los tejidos por la retracción cicatricial.
Tras la intervención en los tres frentes ya mencionados (cutáneo, tejido adiposo y plano muscular), se procederá a hacer el cierre de la herida con sutura intradérmica para que no queden marcas de “cremallera”. Después se aconsejará a la paciente que haga un reposo relativo de unas dos semanas, para que la pared muscular quede bien remodelada, antes de realizar cualquier actividad más enérgica.
Con nuestro protocolo integral, y actuando a tres niveles: cutáneo, tejido adiposo y plano muscular, conseguimos unos resultados muy satisfactorios.