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“Hacemos proyectos especiales porque nuestros clientes lo son”

Su despacho, creado a finales de los 90 con la rehabilitación de un edificio antiguo en el casco viejo de Lleida, fue el punto de partida para poner en marcha su idea. Sarah Gibson y Anthony Foy querían hacer una arquitectura sin estereotipos y alejada de los egos. Una arquitectura de equipo, adaptada a cada contexto, en la que los proyectos no surjan de una sola mente. Un trabajo, en definitiva, en el que todos suman y que al final se integra en esa ‘box’, que es la que da nombre al despacho, con base en Lleida y cerca de Bristol. En Labox Design el protagonista es el proyecto.  

¿Qué aspectos distinguen a Labox como despacho de arquitectura y diseño?

Nos distingue el hecho de que para nosotros el contexto es el motor de todo el proyecto.

Tanto desde el punto de vista histórico y climatológico como a nivel presupuestario, el contexto es lo que define todo, con el fin de obtener un resultado final que muestre su adaptación al entorno, economizando el uso de las energías y obteniendo certificaciones energéticas clase A, conjuntamente con las aspiraciones de los clientes.

Por eso nuestros proyectos son muy distintos entre sí, porque sus respectivos contextos lo son. Cada proyecto es diferente. Hacemos proyectos peculiares porque nuestros clientes son personas especiales, de mente abierta, que tienen la valentía de salirse de lo convencional, acercándose a un despacho de arquitectura, el nuestro, integrado por un equipo de profesionales de diferentes nacionalidades con ganas de aportarles ideas nuevas y propuestas que pueden resultar chocantes. Pero eso es lo que nos gusta. En Labox Design tratamos de reinventarnos con cada proyecto que entra por la puerta.

Sus proyectos no tienen un denominador común…

Tienen el denominador común de nuestro enfoque, pero no de un estilo de arquitectura concreto. Cada solar -una vez más, cada contexto- nos marca lo que tenemos que hacer. Hacemos proyectos contemporáneos de cada momento en sí, trabajando con todos los tipos de estructuras, de manera que cada obra es un prototipo, lo cual es duro pero divertido porque cada proyecto nos mantiene muy vivos.

El contexto es el motor de todo el proyecto. 

¿En qué tipo de proyectos están especializados? 

Decimos que somos un despacho dedicado a la arquitectura y la creación de espacios públicos y privados en todas sus facetas, entendiendo por públicos todos aquellos espacios en los que entran personas que no son sus propietarias, por ejemplo, oficinas e incluso viviendas particulares con algún espacio de uso externo, como puede ser una pequeña sala de cine. También trabajamos en proyectos para la Administración, aunque aquí en estos casos solemos ir de la mano de otras empresas.

Actualmente tenemos proyectos en Lleida, Aragón y todo el sur de Inglaterra.

Por ejemplo, ahora en el Reino Unido estamos trabajando en un nuevo centro deportivo con el “National Trust” y una guardería con vivienda social para un municipio cerca de Salisbury, así como también en nuevas viviendas contemporáneas, algo poco usual en UK. En Lleida estamos trabajando en la sede de una agrupación de 82 empresas catalanas.

También hemos desarrollado proyectos en Venezuela y Pakistán. 

¿Trabajan desde Lleida?

En proyectos para otros países siempre nos desplazamos un tiempo para poder contextualizar, esto es, entender ese contexto al que antes me refería y desarrollar el proyecto. Por lo demás, nuestros despachos en Inglaterra y Lleida trabajan de manera conjunta en cada proyecto. Ambos aportan valor con sus ideas trabajando sobre el mismo archivo. Esto es muy enriquecedor porque en nuestro equipo hay profesionales de orígenes muy distintos y que además han aprendido en escuelas de arquitectura muy distintas…

¿Qué fases del proyecto abarca su trabajo? 

Generalmente desde el diseño hasta la entrega de la obra finalizada, ya que enfocamos nuestros esfuerzos hacia el trato personalizado y a las necesidades de cada cliente. En muchos casos hasta hemos gestionado la compra del solar. Nos gusta ocuparnos de un proyecto hasta el final porque solo así se puede controlar el resultado de la arquitectura.

Tratamos de reinventarnos con cada proyecto que entra por la puerta