Miguel Delgado, Director comercial
Josep Alcañiz, Director técnico de producción de Cimelsa
“Aplicamos de forma inmediata cada innovación que se produce en el mercado”
Con 35 años de presencia en el mercado, Cimelsa presta servicios de instalaciones electromecánicas de servicios y mantenimiento en edificios de toda España desde su sede en Barcelona y su oficina de Madrid. Su enfoque a edificios industriales y terciarios les ayudó a esquivar la crisis del sector inmobiliario, aunque el rasgo fundamental que les da fuerza en el mercado es su apuesta por la calidad.
¿Qué tipo de instalaciones hace Cimelsa?
Miguel Delgado: Hacemos instalaciones eléctricas, mecánicas, frío y calor y fontanería. Y entre las eléctricas, señales débiles, seguridad... Generalmente, hacemos instalaciones integrales en nueva construcción en el sector industrial y el terciario: hospitales, centros deportivos, centros comerciales, centros educativos, hoteles, edificios de oficinas...
Josep Alcañiz: Actualmente estamos terminando el hotel Almanac Barcelona en la Gran Vía Pau Claris, que es de cinco estrellas gran lujo. También estamos trabajando en la ampliación del centro deportivo Can Dragó, y llevamos dos años en un proyecto de gran envergadura en la universidad Internacional de Cataluña de Barcelona, para la ampliación del campus de San Cugat. En el campo industrial hemos desarrollado obras representativas en la Basf de Tarragona, en la fábrica de Tous en Sabadell, y en el hospitalario trabajamos en el Hospital Sagrat Cor, el Clínic y el General de Catalunya como ejemplos más representativos.
¿Trabajan para el cliente final o para constructoras?
M.D.: Aproximadamente, el 40% de nuestro trabajo es para el cliente final, un 30% a través de constructoras pequeñas y medianas y el resto es obra pública.
J.A.: Llevamos muchos años trabajando con constructoras con las que hemos establecido una relación de confianza mutua. El perfil es el de una constructora mediana o pequeña, que encaja con nuestra filosofía de servicio final. Lo que buscamos por encima de todo es fidelizar clientes. Huimos del tipo de obras donde no se demande un valor añadido.
¿Cómo han evolucionado en estos 35 años?
J.A.: El origen fue en el mercado local de Igualada, a través de la industria que había en ese momento, que era mucha y potente, textil sobre todo. Eso contribuyó a una cierta expansión y luego, aprovechando el boom y la evolución propia del mercado, se produjo una gran expansión hacia Barcelona y la zona metropolitana, que al final es el negocio principal de Cimelsa, y donde están ahora las oficinas principales.
¿Cómo hicieron frente a la crisis?
M.D.: Como para todo el mundo, no ha sido fácil, pero gracias al prestigio y buen nombre que teníamos en el mercado y a la fidelización de los clientes, hemos conseguido sobrevivir con menos proyectos de los que había antes de la crisis. Ahora vuelve a haber grandes proyectos y grandes inversiones, con lo cual se vuelve un poco a la normalidad.
J.A.: La clave está en que Cimelsa, desde su origen, se ha caracterizado por hacer obras basadas en la calidad y el servicio, y el mercado lo reconoce. Eso también implica que en algunos sectores no somos competitivos, porque cuando lo único que prima es el precio, no acabamos de encajar. Este enfoque en todos los aspectos de la compañía, desde el operario que está en la obra hasta la persona de más responsabilidad, ha hecho que en los momentos de crisis, los clientes que nos conocían hayan confiado en nosotros. Aunque ha bajado el volumen, eso nos ha ayudado a sobrevivir. Y otro punto fundamental fue no haber estado en vivienda.
¿Ha cambiado mucho el sector tras la crisis?
M.D.: En el tema de instalaciones no ha cambiado mucho. Hay nuevas normativas y algunos cambios, pero son pequeños detalles que no acaban de ser el gran salto tecnológico que creo que debería producirse en este sector. Creo que es un sector todavía muy dependiente de la mano de obra, no hay muchas automatizaciones y creo que tampoco hay una gran inversión en I+D. Es un sector difícil de automatizar y todavía depende mucho del operario que ejecuta la instalación.
J.A.: Como cada proyecto es específico, el desarrollo y la investigación se produce en la misma actividad. Creo que es un elemento común en el sector que no haya un departamento de I+D en las empresas, nos viene dado porque normalmente lo ha desarrollado una ingeniería, que es la que introduce tecnologías innovadoras. Cuando nos encargan un proyecto, lo que hacemos nosotros es implantar. Lo que sí hacemos es aplicar de forma inmediata cada innovación que se produce.
¿Cómo se adaptan tan rápido a las innovaciones?
J.A.: Eso requiere abordar un proceso de formación de cara a cada proyecto específico, porque tienes que estar en el mercado. Y también implica que constantemente estemos en formación todos los agentes que participamos en la empresa. Las energías renovables son un claro ejemplo, porque están en constante evolución y nosotros tenemos que ser conocedores de la última tecnología y conocerla en profundidad.
¿Cómo se diferencian de sus competidores?
J.A.: Tenemos una capacidad técnica con la que intentamos diferenciarnos. Siendo una empresa mediana, invertimos mucho en oficina técnica, y esto no es habitual entre las empresas instaladoras. Disponemos de un departamento técnico que se dedica al desarrollo de proyectos que de entrada no tenemos que hacer, nos vienen dados. Y esto provoca una mejora de la calidad clarísima, porque no nos equivocamos. La motivación no viene por un aspecto puramente económico, que también, sino por una voluntad de servicio y de que el cliente perciba siempre que se le está ofreciendo el mejor producto, la mejor calidad y la mejor ejecución. Eso se consigue básicamente a través de un proceso de formación continua, interna y externa, y de una inversión en la oficina técnica y en personal cualificado y con conocimientos profundos del mercado, que intentamos trasladar al operario final.
M.D.: El proyecto inicial puede llegar más o menos desarrollado de ingeniería. Nuestra labor es estudiarlo a fondo, completarlo si llega el caso y adaptarlo a la necesidad del cliente y de la propia obra. En todos los casos primamos la calidad del producto y de la instalación. A través de los sistemas de control y regulación “inteligentes” simplificamos en lo posible la toma de datos y la necesidad de correcciones manuales de funcionamiento del sistema.
¿Qué metas se plantean para el futuro?
M.D.: Ampliar la base de clientes es fundamental, y también queremos consolidar nuestras alianzas a través de nuestro grupo en Madrid para mejorar nuestras prestaciones en toda la zona centro y sur. Otro objetivo es potenciar la parte de mantenimiento, que nos permite seguir estando en casa del cliente, colaborando y demostrando que lo que hemos hecho lo podemos seguir manteniendo para darle muchos años de vida útil.