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Dr. Onofre Sáez Galdeano Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética

“Los hilos tensores se pueden combinar con tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos”

Entre los numerosos tratamientos para tratar la flaccidez están los hilos tensores, un método de rejuvenecimiento mínimamente invasivo para la cara y el cuello que ayuda a la piel a recuperar su firmeza. Nos lo explica el Dr. Onofre Sáez Galdeano.

- ¿En qué casos está indicado el tratamiento con hilos tensores?

En primer lugar, se debe individualizar cada caso. Dependiendo de las zonas de aplicación, los hilos tensores permiten elevar las cejas o un efecto lifting de pómulos, del ángulo mandibular y del cuello. Aunque no hay una edad mínima, están indicados para personas a partir de 30 años que presenten  una flaccidez leve-moderada. No obstante, no es una técnica recomendada en aquellos pacientes con excesiva flaccidez, ya que no obtendría los resultados deseados, que sí permite conseguir el lifting facial.

El efecto lifting se consigue por la tensión que el hilo ejerce en la piel y porque al biodegradarse los hilos estimulan la producción de colágeno

- ¿En qué consiste el procedimiento? ¿De qué están hechos los hilos?

Es un procedimiento sencillo, sin cortes ni cicatrices, realizado con anestesia local, que suele durar entre 30 y 45 minutos. Se introduce el hilo a través de una cánula guía, dándole a la piel la tensión deseada de forma inmediata. No es doloroso y puede reincorporarse a la vida cotidiana en seguida.

Los hilos son espiculados y están hechos de un material biodegradable, biocompatible y de alta resistencia, llamado polidioxanona absorbible (PDO), utilizado en medicina desde hace más de 30 años.

- ¿Cómo se consigue el efecto lifting? ¿Cuánto tiempo se mantienen los resultados?

 El efecto lifting se consigue de dos formas. En primer lugar, por la tensión que el hilo ejerce en la piel, que gracias a las espículas permite un mejor anclaje y mantenimiento de la tensión. En segundo lugar, al biodegradarse los hilos, estimulan la producción de colágeno y fibroblastos a nivel interno, que generaran fibrosis en la zona y mantendrán la firmeza conseguida a largo plazo.

La duración del efecto es aproximadamente de 3 a 5 años. Después, el tratamiento puede repetirse nuevamente.

Es un procedimiento sencillo, sin cortes ni cicatrices, realizado con anestesia local, que suele durar entre 30 y 45 minutos.

- ¿La técnica es combinable con otras, por ejemplo con el bótox y el ácido hialurónico?

Se puede utilizar como tratamiento único o combinado, tanto con procedimientos quirúrgicos como no quirúrgicos, según el caso. En cuanto a las técnicas quirúrgicas, la blefaroplastia para rejuvenecer la zona de la mirada y la liposucción de la papada son las más frecuentemente asociadas.

Entre los tratamientos no quirúrgicos, destacan los rellenos, temporales con acido hialurónico o permanentes con grasa (lipofilling). También se puede complementar con peelings y láseres cutáneos para mejorar la luminosidad de la piel, o con el tratamiento de las arrugas de expresión mediante bótox.