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RBR INTERIORISME

Dos restaurantes diferentes bajo un único y profundo concepto

Roger Bellera, responsable de RBR INTERIORISME y con despachos en Palamós y Begur, es autor de múltiples proyectos de interiorismo. Dos de sus últimas obras son los restaurantes Dvisi, en el mismo Palamós, y Mundet (Andilana), en Sant Antoni de Calonge. Dos proyectos diferentes bajo un enfoque común: la búsqueda constante del espacio ideal para el cliente, una máxima en todos sus trabajos.

El restaurante Dvisi fue un reto: los clientes, Laura y Jordi, pidieron a Roger Bellera hacer su restaurante en la nave construida en los jardines del Hotel Vincke de Palamós, originalmente un espacio diáfano y vacío, con un margen muy corto de tiempo y sin dejar de cubrir las necesidades demandadas y las expectativas creadas. “Como los clientes eran una pareja joven, al igual que todo su equipo, y su restaurante es de cocina de autor muy cuidada, mi proyecto se basó en un estilo austero, fresco y actual: elegante pero sin pretensiones”, explica Bellera.

En el momento de distribuir el espacio diáfano y ancho, el interiorista situó la cocina totalmente abierta, pudiéndose ver casi desde todos los puntos del restaurante cómo los cocineros trabajan. Pero, para reducir el sonido acústico y además organizar el espacio, se colocaron elementos verticales de madera en los hombros del sofá, acentuando también así las zonas de paso. Estos separadores verticales de madera, pino natural barnizado, se repiten en varias zonas del restaurante. Otro de los elementos característicos del nuevo restaurante Dvisi son las estanterías de hierro caladas, que se sitúan detrás de la recepción. Otro recurso para seccionar el espacio con un elemento ligero y moderno.

Restaurant Mundet, “Restaurante de costa”

En cuanto al Mundet, del Grupo Andilana, su localización privilegiada frente al mar, en el paseo de Sant Antoni, era uno de sus puntos fuertes. El proyecto se basó en diseñar el ‘Restaurante de costa’, pero sin caer en los tópicos blancos con tonalidades azuladas. Tenía que ser acogedor, fresco y cálido pero sin pretensiones, y Roger Bellera optó por utilizar materiales naturales como la madera, el mimbre, la piedra y el mármol.

El restaurante está distribuido en dos plantas y una gran terraza. La cocina se colocó en planta, con comedor y terraza. Arriba, más comedor con zona de estar. Originalmente, en la planta piso no había restaurante, sino que lo utilizaban como almacén y había un bajo falso techo. Grande fue el descubrimiento cuando se hizo una cata en el falso techo y se encontró la preciosa estructura de la cubierta, de vigas de madera y rasillas.

En la planta baja, para continuar con el estilo superior, se colocaron vigas de madera, simulando la estructura original y entre vigas encañizado de mimbre, para enfatizar la calidez buscada. También por este motivo se puso pavimento de madera de pino teñida y protegida, al igual que los sofás, contrastando con las paredes de blanco roto. “Los marcos de madera, los cojines, las grandes lámparas de mimbre, con luz cálida y las plantes... en todos estos detalles es donde se ve reflejado nuestro concepto de ‘Restaurante de costa’”, explica Bellera.