Administradores de Km 0

FOTO: TONI SANTISO
En la era de la globalización, la proximidad es un valor en alza
En la era de la globalización cada vez gana más peso el concepto de kilómetro 0. Estos son tiempos en los que todo sucede muy deprisa, en los que todo caduca y pasa de moda de la noche a la mañana. Por eso la proximidad es un valor en alza. ¿Y qué tendrá esto que ver con la gestión de patrimonios inmobiliarios?
No sería justo afirmar que Basmi Finques es mejor que el resto de firmas que se dedican a la gestión patrimonial, pero sí es de recibo señalar que 70 años de presencia en Barcelona (69, para ser exactos) hablan por sí solos de lo que han aportado y de lo que quiere seguir ofreciendo esta empresa a su ciudad.
Al frente de la compañía está hoy la tercera generación de la familia Bassas. Y olvídense del tópico del negocio familiar que reza que los nietos dilapidan lo que fundó el abuelo. Es precisamente el poso que dejaron tanto Ignasi Bassas i Puig como su hijo Josep Ramon Bassas i Miquel lo que permite que Montse y Arnau Bassas i Fusté, junto con todo un equipo de grandes profesionales, mantengan el mismo espíritu fundacional y lo refuercen día a día.
Basmi Finques trabaja, por encima de todo, desde la cercanía. “Nos gusta la proximidad que nos acerca a cada necesidad, por eso nos definimos como administradores de kilómetro 0”, explica Arnau Bassas, director del área comercial. “Nuestro equipo trabaja para ofrecer un servicio personalizado, de confianza”, añade Montse Bassas, gerente de la empresa.
‘’Fent ciutat des de 1948’’
Siete décadas acompañando a sus clientes
Basmi Finques celebra el año que viene siete décadas de existencia. Esto significa que ha sobrevivido a una postguerra, a una dictadura, a la crisis del petróleo de principios de los años 70, a los tiempos aciagos posteriores a los Juegos del 92 y a la depresión que trajo la caída del ladrillo del 2008. Todos los baches dejan un aprendizaje. Ahora, en la era global, esos momentos complicados recuerdan y refuerzan el compromiso inicial de la empresa: acompañar a sus clientes para merecer su confianza. Porque solo desde la proximidad se puede entender el verdadero valor, tanto sentimental como económico, de una propiedad.
