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Ibercondor

“Necesitaríamos personas muy sabias y con mucha humanidad que rigieran el futuro de las naciones de nuestro planeta”

Luís Miguel Sala, fundador y presidente

Ibercondor aporta soluciones logísticas, de transporte internacional y aduanas, ofreciendo un servicio integral de calidad para cubrir las necesidades y expectativas de empresas exportadoras e importadoras. Todo ello, gracias a un gran equipo de profesionales y a una exquisita atención al cliente. Pero lo que más destaca no es el qué, sino el cómo, y no es otro que con los valores que tendrían que regir nuestra sociedad: la honestidad y la integridad. Una visión humanista de los negocios que ejemplifica a la perfección la visión del mundo de Luís Miguel Sala, fundador y presidente de Ibercondor.

Normalmente no pensamos en los kilómetros que hacen los productos antes de llegar a nuestras casas. ¿Cómo es el día a día en una empresa de logística como la suya?
Es una actividad muy dinámica, ya que cada cliente es un mundo y cada operación tiene su peculiaridad y particularidad, y nosotros nos sentimos cómo compañeros de viaje. Por lo tanto, nuestra atención y dedicación al cliente es total y constante, y siempre estamos a punto para atender esa urgencia o ese envío de última hora, servicio propio de una transitaría a medida.

Durante la época más dura de la pandemia, ¿las urgencias fueron mayores?
En nuestro caso, nos pusimos en marcha en cuerpo y alma para poder ayudar en la importación de cualquier producto sanitario, haciendo el despacho de aduanas y la entrega inmediata gratuitamente para hospitales y servicios de urgencias médicas. Fue nuestra aportación social porque creímos que debíamos hacerlo. No queríamos lucrarnos de un caso de salud pública. De hecho, en los momentos de incertidumbre, tuvimos la posibilidad de importar productos sanitarios y hacer negocio con ello, cosa que desestimamos ya que nuestra misión no es hacer negocio con la salud de las personas, sino todo lo contrario, ayudar desinteresadamente. Son los valores de nuestra empresa y nuestra responsabilidad social corporativa.

Pero una cosa es arrimar el hombro, y otra que le cueste dinero a la empresa por el beneficio de todos. ¡Esto es poco habitual!
Tal vez, pero es una cuestión de filosofía. Cuando ves una situación tan dramática como la  que vivimos, nosotros decidimos aportar nuestro granito de arena.
Ayudar y salvar vidas siempre está por encima de lo material. Devolver a la sociedad lo que la sociedad te ha ayudado a ti para poder vivir. "Manos que nos dais, qué esperáis"
Nosotros no estaríamos donde estamos si muchas empresas no hubieran depositado su confianza en nosotros. Pero no solo deberíamos pensar así el pueblo o las empresas, los políticos deberían ser los primeros en tenerlo presente, pero se dedican a gobernar solo para su mundo de múltiples intereses.

Los políticos deberían tomar nota de esta entrevista.
La clase política es desconcertante y deprimente, piensan solo en ellos y en sus intereses. Los radicalismos de cualquier tipo son de poca sabiduría. No se dan cuenta de que si se comprometieran para el bien de la sociedad, iríamos mejor. Seguro que algunos son la excepción pero lo tendrán complicado para mantenerse en política. La gente con pocos recursos tiene que poder vivir dignamente, la clase media tiene que mantenerse, y el gran poder económico tiene que ser consciente de que la codicia y la avaricia son absurdas, nada de lo que acumulen materialmente se lo van a llevar a la otra dimensión. Como decía mi madre, “ni el mar si fuera dulce podría apagar su sed de dinero y poder".

Cierto.
Pero es que tenemos mal aprendidos los conceptos. Naturalmente que, siguiendo con el mar, el pez pequeño sirve al grande para alimentarse, pero no merman la población de pequeños peces hasta extinguirlos porque eso provocaría su muerte por inanición. Y esto parece que los peces gordos de nuestra sociedad no lo entienden. Los políticos y las grandes empresas van empobreciendo a los que tienen menos hasta que no les queda nada. ¿Quién les va a comprar entonces sus productos?

Parece lógico, ¿por qué no se pone solución?
Necesitaríamos personas muy sabias y con mucha humanidad que rigieran el futuro de las naciones de nuestro planeta, y la mayoría de los políticos no lo son. Únicamente  miran por sus intereses  y fanatismos y están a merced del gran poder económico mundial.
La falta de lealtad que existe en sus propios partidos les resta capacidad y equilibrio para gobernar y les  lleva a priorizar el mantenerse en el poder.
La clase política tienen un nivel tan bajo que solo nos puede llevar a la desmoralización y al pasotismo, lo que provocará que los líderes mundiales puedan hacer todavía mas lo que quieran. Vivimos en una Torre de Babel en la que todo el mundo habla a gritos, pero nadie se entiende

¿Qué necesitamos para avanzar?
La cultura, y cuando digo cultura me refiero a pensamiento, a ciencia, a conocimiento. La sabiduría, esto es lo que realmente nos hará avanzar, que las grandes mentes desarrollen solo por el bien común  y no para intereses de unos pocos, destruyendo la economía. Con los avances tecnológicos que hemos desarrollado, aplicándolos solamente para el bien de la humanidad, podríamos vivir en un paraíso.
Nuestra conciencia ha evolucionado menos que nuestra inteligencia aplicada a los  avances tecnológicos. Deberíamos mirar al cielo, al universo, para darnos cuenta de lo que realmente somos. Debemos tener la fuerza, la conciencia y la mente abierta, guiados por la luz de nuestra alma; pensando siempre en positivo y gobernando nuestra vida desde la inteligencia y la sabiduría, para que las influencias externas no nos puedan distorsionar.
Concluyendo, ser tan fuertes que nada ni nadie pueda turbar la paz de nuestra mente.
¡Salud y vida para todos!